¡El Perú con Las Bambas en peligro en Fiestas Patrias!

Las Fiestas Patrias son un momento ideal para reflexionar sobre el nivel de desgobierno en que está sumido el Perú. Y la tragedia que se escenifica en Las Bambas en Apurímac, una de las diez minas más grandes de cobre del mundo, es una muestra de la desorganización nacional. No obstante que Las Bambas representa el 1% del PBI, el 9% del PBI minero y el 75% del PBI regional; no obstante también que desde la operación de esta mina la pobreza en los 84 distritos de Apurímac bajó del 60% de la población a debajo del 40%, la mencionada megamina ha sido abandonada por el Estado y está a merced de grupos rentistas, conformados por el radicalismo minero y sectores de abogados.

Si hay dudas, vale recordar que diversas proyecciones señalan que entre el 2016-2022 Las Bambas llegará a transferir cerca de S/ 1, 858 millones por regalías que beneficiarán al Gobierno Regional de Apurímac, a los gobiernos municipales y a las universidades. Una cantidad que representa casi toda la cartera de inversiones de la región. 

En este contexto, MMG-Las Bambas acaba de informar que las proyecciones de producción de Las Bambas –que eran de 320,000 toneladas métricas de cobre (TMC)– se han desplomado en 60%. En el primer semestre se logró producir 100,000 TMC. El motivo de esta caída: los constantes bloqueos y asaltos al campamento minero, de parte de minorías radicalizadas, que ya acumulan más de 50 días de paralizaciones en el 2022. Desde el inicio de las operaciones mineras, Las Bambas suma alrededor de 500 días de paralización por la acción violentista de sectores que violan el Estado de Derecho y hacen trizas la Constitución, las leyes y los contratos.

Acaba de conocerse, por ejemplo, que las protestas podrían reactivarse en algunos días porque las dirigencias de las comunidades de Fuerabamba, Huancuire, Chila, Choaquere, Purmamarca y Chuicuni han otorgado un plazo para “solucionar” los problemas hasta el 1 de agosto. Los mencionados dirigentes señalan que las mesas instaladas desde el 9 de junio pasado no “han atendido los reclamos de las comunidades”. Sin embargo, las señaladas mesas fueron instaladas para revisar el cumplimiento de acuerdos entre la empresa y las comunidades. De la revisión de los pactos todo parece avanzar por buen camino. Sin embargo, a los dirigentes radicales, asesorados por un grupo de abogados, solo les interesa proponer nuevas demandas. 

De esta manera las minorías radicalizadas, alentadas por abogados inescrupulosos, ponen la posición del Perú como segundo productor mundial de cobre en grave riesgo. Algo más. Como todos sabemos, Las Bambas es una mina de clase mundial, con más de US$ 10,000 millones de inversiones. Una mina que en Canadá, Australia y Chile –países con los que el Perú compite para atraer inversiones– se hubiese querido tener. Por ese motivo el bloqueo o el fracaso del mencionado proyecto pone en cuestión el futuro de la minería nacional, cualquiera sea el ángulo de análisis.

Por ejemplo, si fracasara Las Bambas todas las minorías radicalizadas de las regiones mineras –que buscan detener inversiones y estatizar minas– se lanzarían en contra de sus respectivos proyectos regionales. Por otro lado, considerando el tamaño de la inversión minera, el fracaso de Las Bambas ahuyentaría cualquier posibilidad de nuevas inversiones mineras.

El Perú entonces llega a estas Fiestas Patrias, con su actividad minera, sobre todo con Las Bambas, convertida en una gran interrogante. No importa el ángulo de análisis, todo señala que el abandono del principio de autoridad de parte del Estado, del Ejecutivo y de las entidades del sistema de justicia, simplemente está destruyendo la minería en el país. 

¿Cómo la mayoría de peruanos han permitido que minorías de no más de 200 personas, asesorados por algunos abogados, destruyan el potencial de una de las minas de cobre más grandes del planeta? ¿Cómo se permite que el Perú y Apurímac pierdan de esta manera ante el violentismo y la estrategia rentista de minorías sin nombre?