El Congreso en fiesta populista y demagógica

El Congreso aprobó por insistencia la ley que garantiza la devolución de los aportes del Fonavi. Sorprendentemente, el Ejecutivo –es decir, el gobierno de Pedro Castillo, que plantea la instalación de una constituyente– observó la autógrafa argumentando que los legisladores no tienen iniciativa de gasto. Y además, que atender esas demandas implicaría un gasto para el fisco de S/ 21,000 millones. Un monto que representa el 20% del presupuesto del 2022.

En otras palabras, el Congreso –que se opone a una asamblea constituyente– ha entrado en el mismo modo populista que el Ejecutivo. Parece que se creyera que el populista más consecuente ganará el forcejeo entre los dos poderes del Estado. Únicamente basta señalar que el dinero para la devolución del Fonavi no existe. El gasto entonces tendrá impacto en el déficit fiscal y afectará partidas destinadas a educación, salud y otros programas.

Pero eso no es todo. La competencia entre oficialistas y opositores también se escenifica en la destrucción del sistema privado de pensiones. Perú Libre, por ejemplo, propone que se establezca el libre retiro del 100% de los aportes a las AFP. En otras palabras, propone eliminar el sistema privado para que solo reste el Estado como alternativa previsional. Es decir, se propone que los burócratas de Perú Libre manejen los fondos de los jubilados. Es evidente que ese dinero se destinará a las políticas clientelistas y populistas del Gobierno.

Ante semejante demagogia, la oposición no se queda atrás y en la Comisión de Economía del Congreso se aprueba la posibilidad de retirar 14 sueldos mínimos vitales de las cuentas de las AFP, el financiamiento de vivienda con el 50% de los fondos de los aportantes al sistema privado de pensiones y la emisión de valores a cuenta del 95% de los fondos del sistema privado, entre otras medidas. Compitiendo en populismo, en el Congreso no se percibe que aprobar nuevos retiros descapitalizará los fondos de los aportantes y empujará a la destrucción del sistema privado de pensiones. Un argumento más para perder la calificación crediticia del Perú y fortalecer la estrategia de Perú Libre de manejar el dinero de los jubilados.

En cualquier caso, lo que pretendemos es llamar la atención sobre la manera cómo la oposición no comprende la enorme importancia de defender el modelo económico. Quizá para aclarar el tema es necesario explicar por qué el Gobierno de Pedro Castillo y Perú Libre pretende acelerar la destrucción económica y social del país. La resistencia nacional de la mayoría de peruanos a la asamblea constituyente y las nacionalizaciones explica que el Ejecutivo haya retrocedido, al menos por ahora, en estos objetivos.

Sin embargo, el abandono de las zonas mineras a las minorías radicales que ejercen violencia y paralizan la producción, las propuestas de colectivizar las relaciones laborales que se impulsa en el Ministerio de Trabajo y las diversas iniciativas que apuntan a desmantelar la economía de mercado, solo revelan que en Perú Libre se busca la destrucción de la economía y el crecimiento. Los objetivos: que aumente la pobreza y la impaciencia social y se culpe al modelo económico establecido en la Constitución.

En otras palabras, la destrucción de la economía es el único escenario que puede favorecer la convocatoria de una asamblea constituyente. En un contexto de quiebras generales del sector privado, la posibilidad de expropiaciones y nacionalizaciones aparece como un espejismo que a algunos puede ilusionar, tal como sucedió en Venezuela.

Por todas estas consideraciones, si la oposición se desbarranca en el populismo y la demagogia, en realidad, se desbarranca en la estrategia que desarrollan Perú Libre y las corrientes comunistas.