¿Cuándo salen los mineros ilegales de Las Bambas?

Los estimados de producción de Las Bambas, una de las diez minas de cobre más grandes del mundo, se han reducido de 400,000 toneladas métricas de cobre (TMC) anuales a 300,000 TMC. Sin embargo, en el primer semestre de este año, la megamina apenas produjo 100,000 TMC. Es decir, un desplome de cerca del 60% de la producción. ¿Cómo es posible que se haya producido semejante caída, no obstante que en el primer semestre de este año se alcanzaron récords históricos en el precio del cobre?

Como todos sabemos, desde el inicio de las operaciones, diversas comunidades de región Cusco –Las Bambas está emplazada en Apurímac– bloquearon las vías impidiendo el traslado del mineral al puerto. Por estos actos de violencia se perdieron más de 500 días de trabajo. Asimismo, unas semanas atrás, unas decenas de comuneros de Huancuire, asaltaron el campamento minero tomando posesión del tajo de Chalcobamba; es decir, del tajo que debe entrar en operaciones para suplir el agotamiento natural del tajo Ferrobamba desde el inicio de las operaciones.

Luego de estos hechos, una intervención del Ministerio Público y de la Policía Nacional del Perú (PNP) determinó que los invasores del tajo Chalcobamba desarrollaban minería ilegal; es decir, la minería que destruye el medio ambiente, no paga impuestos y genera otras economías delictivas.

A pesar de estas informaciones y hechos, los mineros ilegales siguen desarrollando sus actividades ilícitas, frenando en seco la producción de Las Bambas y atentando en contra de los ingresos de los gobiernos regional y locales de Apurímac. Vale recordar que Las Bambas, durante más de dos años, siguió todos los procedimientos establecidos por el Ministerio de Energía y Minas para conseguir las autorizaciones para operar el nuevo tajo. Sin embargo, la comunidad de Huancuire se negó a participar de los talleres y consultas para conseguir las respectivas autorizaciones.

Hoy sabemos que las proyecciones de producción de Las Bambas se están desplomando porque no puede entrar en operaciones y producción el tajo Chalcobamba. Sin embargo, el Gobierno y las autoridades del Estado no hacen nada para restablecer el imperio de la Constitución y la ley en una de las diez minas de cobre más grandes del planeta. Y si a esto le sumamos que en otras minas de Apurímac y La Libertad también se han producido invasiones de minorías que desarrollan minería ilegal, entonces es fácil entender por qué el Perú se ha desplomado al último lugar en competitividad minera, según un informe presentado en la última edición de Perumin.

Las Bambas es una megamina que suma más de US$ 10,000 millones en inversiones y representa el 1% del PBI nacional, el 9% del PBI minero y más del 75% de los ingresos de la región Apurímac. Igualmente, genera más de 8,000 puestos de trabajo directos y alrededor de 75,000 indirectos. Desde el inicio de operaciones de la mina, la pobreza en los 84 distritos de la región bajó del 60% de la población (en promedio) a menos de 40%.

Para entender la importancia de Las Bambas para la región vale señalar que, entre el 2016 y el 2022 la empresa minera transfirió alrededor de S/ 1,858 millones en canon y regalías. Una cantidad que suma más de siete veces todo el presupuesto de inversiones de la región.

La situación de Las Bambas revela que la minería en el Perú está bajo ataque. Revela igualmente que no existe Estado de Derecho y que las minorías radicales y violentistas tienen el camino libre para deshacer la Constitución y las leyes nacionales. El aparente retroceso del Ejecutivo con respecto a los permisos de agua para Quellaveco nos confirma que los enemigos de la minería moderna en el país también están en Palacio.