¡Comienzan las operaciones en Quellaveco!

¡Tremenda noticia para el Perú! Se inicia el proyecto minero Quellaveco, ubicado en Moquegua, entre los yacimientos de Toquepala (Tacna) y Cuajone (Moquegua). La inversión de US$ 5,300 millones comenzará a producir cobre y molibdeno en el 2022 y se calcula que agregará un 12% (aproximadamente 300,000 toneladas al año) a la producción de cobre nacional, medio punto al Producto Bruto Interno (PBI) y duplicará el canon de la región cuando el proyecto comience producir. El potencial de Quellaveco, de 1,300 millones de toneladas en 30 años, generará unos 9,000 nuevos puesto de trabajo directo en la etapa de construcción. Y, como sabemos, por cada puesto directo se crean 6.3 puestos indirectos.

Con el proyecto, se harán realidad 26 proyectos relacionados con el medio ambiente, recursos hídricos e inversión social. Por intermedio de distintos convenios de cooperación se seguirá reduciendo la pobreza, el desempleo y la informalidad en el sur, Además importantes proyectos relacionados con la producción hídrica han sido anunciados: agua almacenada proveniente de la lluvia que será compartida con las comunidades dedicadas a la agricultura y ganadería.

La evolución positiva del precio del cobre —de ¢US$ 271.34/libra a ¢US$ 283.59/lb. en las últimas semanas— ayudará a elevar el canon, renta, divisas por exportaciones, regalías, fondo social (fideicomisos) y aportes voluntarios. Sin embargo, la continua transformación positiva de los departamentos mineros no le conviene a la izquierda extremista, porque el discurso antisistema no pega en lugares donde las personas trabajan y progresan cada día.

Quellaveco tuvo el apoyo decidido de Vizcarra cuando era presidente del Gobierno Regional de Moquegua. Por entonces, el actual presidente del Ejecutivo instaló una Mesa de Diálogo Departamental que se volvió nacional en el Ministerio de Energía y Minas (MEM). La experiencia exitosa de esta Mesa, que incluía también a sectores que se oponían al proyecto, le devuelve al país la confianza en las inversiones mineras.

Contra los deseos de la izquierda antisistema —aliada de numerosas ONG del ambientalismo ideológico e incluso de medios de comunicación provincianos, controlados por un sector de la Iglesia católica— los pobladores de las comunidades pobres del país han salido a defender su futuro. Lo que ha sucedido en Quellaveco es consecuencia del historial de la minera Southern. Su presencia en el sur es determinante.

La minera, desde sus inicios —siendo parte de la norteamericana ASARCO—, ha contribuido enormemente al despegue social y económico del sur. Por ejemplo, los hijos de la mayoría de los trabajadores se gradúan como profesionales universitarios; y un importante número de trabajadores jubilados se han constituido, junto con sus familiares, como proveedores de bienes y servicios de la minera. Ese círculo virtuoso de producción y desarrollo es observado por los pobladores de las comunidades. Razones que han facilitado el otorgamiento de la llamada “licencia social” que permite la aprobación en audiencia pública, y frente a las autoridades y la población, del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), elaborado y gestionado por la minera.

Con Michiquillay en Cajamarca, Quellaveco en Moquegua, la ampliación de Toromocho en Junín, el hallazgo de un inmenso yacimiento de litio en Puno, un nuevo ciclo de inversiones mineras se inicia en Perú. Y se espera que Tía María (Arequipa) obtenga la licencia de construcción este año al haber cumplido, en 2014, con la aprobación del EIA.