J. Eduardo Ponce Vivanco
Durmiendo con el enemigo
Perú es la base de operaciones del Hezbollah en América Latina
En un artículo reciente (21.8.2017) cité al experto en seguridad Joseph Humire, autor de un texto cuyo título lo dice todo: Perú, en el punto de mira de Hezbollah e Irán para sus actividades terroristas en Latinoamérica. Humire informa que hay un brazo militar del etnocacerismo (la Asociación Plurinacional de Reservistas del Tawantinsuyo) trabajando con la organización islámica criolla Inkarri Islam para adoctrinar a jóvenes desarraigados, que tiene años de contacto con el ALBA, que en 2014 se abortó un ataque terrorista en Surquillo, que hay cientos de peruanos convertidos al fundamentalismo chiita, que la estrategia regional iraní parte de Venezuela y que su apoyo logístico y financiero se canaliza a través de Bolivia. El líder en el Perú es Edwar Quiroga Vargas, ex candidato del Partido Etnocacerista a la presidencia regional de Apurimac (2010), donde los antimineros sabotean Las Bambas (como en todo el sur del país).
El blog de Quiroga (https://quirogayaku.blogspot.pe) adopta el lema del canal chavista Telesur: "Nuestro norte es el sur". Ahí despliega su ideario y metas subversivas: emancipar el sur y crear la "Confederación Andina Plurinacional” (Perú-Bolivia), la "descolonización del Perú y el Tawantinsuyo", rescatar a Machu Picchu y expulsar a los británicos del manejo del ferrocarril, y tomar del gas de Camisea. Defiende acciones similares a los atentados contra la Embajada de Israel en Argentina o la Asociación Israelita Argentina (AMIA). Celebran sus congresos en Puno, con nutrida concurrencia de bolivianos afines. Sus seguidores en Facebook son más de 4,800 incautos.
La generosas invitaciones a Teherán provienen del embajador de Irán en Colombia, que es concurrente en el Perú. Es difícil de entender que Colombia aceptara hospedar una embajada iraní (2007), a pesar del apoyo de este último país a las FARC y el ELN (lo que podría continuar con grupos que no acatan el acuerdo de paz). Expertos como Dardo López Dolz afirman que existen cinco campamentos de las FARC dedicados a sembrar coca y a la minería ilegal en territorio peruano (Radio Exitosa, 3 de octubre).
No debería sorprender entonces el testimonio de Nicholas Rasmussen, director del Centro de Contraterrorismo de la Oficina Nacional de Inteligencia de EE. UU., ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado Norteamericano (27.9.2017), en el que afirma que el Perú es la única base de operaciones de ataque del Hezbollah en América Latina, al lado de Siria, Irak, Yemen, Azerbaiyán, Egipto, Tailandia y Chipre. Afirma que su objetivo es darles "armas, tácticas y dirección a (los) militantes y grupos terroristas" para realizar "ataques". Así figura en el acápite Irán/Hizballah (sic), que puede consultarse en www.senate.gov (1): “Testimony-Rasmussen-2017-09-27 (485.4 KB)", por lo que no sería de extrañar que esta evaluación oficial perturbe nuestra relación con EE. UU., si no tomamos cartas eficaces en el asunto.
La visita del Papa podría ser una oportunidad para que estas células salgan a la luz. Prevenirlo es una obligación de nuestro ineficiente aparato de inteligencia, así como un poderoso motivo para modernizarlo con urgencia.
Eduardo Ponce Vivanco
(1) “Teniendo presentes las diversas amenazas que confrontamos, sería negligente si no mencionara brevemente las actividades malignas de Irán y su socio libanés Hizballah. Irán se mantiene como el principal Estado patrocinador del terrorismo, (…) mientras promueve su propia red mundial de operadores como parte de su infraestructura internacional de ataque. En años recientes, el HHizballah libanés ha demostrado su propósito de fomentar la inestabilidad regional, desplegando miles de milicianos a Siria, para luchar contra el régimen de Asaad; suministrando armas, tácticas y dirección a militantes y grupos terroristas en Irak y Yemén, y desplegando operadores en Azerbaijan, Egipto, Tailandia, Chipre, y Perú para establecer bases de ataque.”
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