¡Tragedia ecológica en Tambogrande!

Radicales antimineros responsables de destrucción del medio ambiente

Una tragedia ecológica se desarrolla en el valle de San Lorenzo en Tambogrande, Piura. No se trata del frustrado proyecto de la minera Manhattan sino del daño irreparable que causan miles de mineros informales.  Cabría una pregunta para los señores de la ONG Grufides, liderada por Marco Arana, otrora fiero opositor del proyecto Manhattan, ¿qué está pasando con los limones y los mangos de Tambogrande?

Es bueno recordar que a principios del año 2005, la empresa Manhattan Sechura Compañía Minera, subisidiaria de la canadiense Manhattan Minerals, anunció su retiro definitivo del Perú y del proyecto minero Tambogrande debido a la fuerte oposición social encabezada por grupos radicales de izquierda. El argumento principal del grupo radical señalaba que el proyecto minero Tambogrande contaminaría las aguas de los ríos Quiroz y Chipillico, arrasaría el valle de San Lorenzo y arruinaría la producción del mango y el limón, principales productos agrícolas del distrito. Bueno ahuyentaron a la compañía y aparecieron miles de mineros informales que comenzaron a arrojar mercurio y cianuro para producir oro. Pues bien, entonces queremos saber, ¿dónde están hoy los radicales antimineros?    

Tambogrande es el primer proyecto minero frustrado debido a una cuidadosa y  elaborada estrategia en la que coincidieron autoridades locales, un sector de la Iglesia Católica, organizaciones sociales, productores agrarios, ONG nacionales e internacionales y medios de comunicación. Las violentas protestas del año 2001 fueron organizadas por Francisco Ojeda Riofrío, el entonces presidente del  Frente de Defensa del Valle San Lorenzo y Tambogrande, y también ex alcalde distrital. Un sector de la Iglesia Católica piurana emitió un pronunciamiento en marzo del 2002 en el que respaldó las violentas jornadas contra el proyecto minero. En Lima, una astuta campaña de comunicación alertaba sobre la desaparición del ceviche porque, supuestamente, el proyecto minero acabaría con la producción del limón. Oxfam, institución que habitualmente financia las protestas contra la minería legal, Grufides y la Red Muqui -hoy incluida en la denuncia fiscal por extorsión contra una empresa minera en Arequipa- se convertirían en organizaciones decisivas para frustrar el proyecto.  

Hoy la minería informal contamina las aguas del río Quiroz, que se utilizan para regar las plantaciones de mango y limón. También la vida y la salud de los pobladores del distrito piurano están amenazadas. Gabriel Madrid Oré, alcalde de Tambogande, ha realizado un llamado para impedir la contaminación con mercurio del mencionado río porque es la principal fuente del agua potable para el distrito. A los severos daños contra el medio ambiente, la agricultura y la salud, se suma el incremento del cultivo ilícito de marihuana. Además, el distrito se ha convertido en ruta de paso del narcotráfico hacia el puerto de Paita. Según fuentes especializadas de la Policía Nacional del Perú, entre el 25% y el 40% de la droga producida por el país pasa por el distrito.

Según un estudio que la compañía Manhattan presentó como parte del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), en el  año 2000 la pobreza distrital afectaba al 44.2% de la población. Hoy los datos de Ministerio de Desarrollo Social (Midis) estiman que la pobreza apenas ha bajado al 43.8% mientras que en todos los distritos con minería formal esta lacra social se ha reducido en más de la mitad. Asimismo, más del 50% de los niños padecen de anemia producto de la desnutrición crónica.

La lección es clara: cuando la minera formal se va, nadie puede detener al homo economicus y, entonces, llegan los mineros informales e explotar el oro. Ante la tragedia ecológica de Tambogrande solo nos queda preguntarles nuevamente a los antimineros y a los señores de la ONG Grufides ¿qué está pasando con los limones y mangos en Tambogrande? Respondan señores.