Editorial Política

La izquierda en las calles del sur peruano

La izquierda en las calles del sur peruano
  • 24 de junio del 2016

Para tomarle el pulso al nuevo gobierno

Tal y como lo indicaron sus dirigentes, las filiales de la CGTP en las regiones del sur (Arequipa, Tacna, Puno y Cusco), y un reducido número de participantes (miembros de otros movimientos políticos y sociales) llevaron a cabo el paro que habían programado para el día 22 de junio. Vale recordar que este paro fue organizado por un grupo de dirigentes antimineros, como protesta ante la orden de captura dictaminada por un juez contra los responsables de las violentas protestas contra el proyecto minero Tía María. Las personas con orden de captura son José Luis Chiapa Díaz, Jaime Trinidad de la Cruz Gallegos, Milton Abramonte Cienfuegos, Huber Efraín Puma Puma y Rubén Quispe Ccolla.

El paro no fue masivo ni acatado por todas las fuerzas antimineras, especialmente en el Valle del Tambo. Pero detrás de lo que se supone es una cerrada defensa de los responsables de la violencia —y en contra de una medida judicial—, era evidente que el motivo de fondo de la CGTP era tomarle el pulso al nuevo gobierno y conocer la posición que adoptará el nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski, con respecto a las inversiones mineras, sobre todo en el sur peruano. Se desarrollaron marchas en el centro de Arequipa, así como en Tacna y Cusco, exigiendo que se liberen a los dirigentes antimineros que participaron en las ya mencionada protestas.

Desde este portal advertimos que hay una laboriosa estrategia, elaborada por el radicalismo antiminero con el objetivo de paralizar los proyectos mineros. En la mira del movimiento antiminero no solo está impedir la ejecución del proyecto Tía María, que representa más de 1400 millones de dólares en inversión, sino también bloquear las inversiones que se han realizado en el denominado Corredor Minero (Las Bambas, Antapaccay y Constancia). Y, además, frustrar la cartera de inversión minera de más de US$ 60,000 millones del Perú

De otro lado, causa sorpresa que las autoridades locales —Alfredo Zegarra, alcalde de Arequipa, y la gobernadora regional Yamila Osorio— no apoyen las inversiones mineras. En el caso del burgomaestre, declaró que la municipalidad de Arequipa no tiene ningún compromiso con el proyecto Tía María. No obstante, ¿acaso la minería no genera puestos de trabajo, canon, impuestos y círculos virtuosos en Arequipa? La gobernadora Osorio, hace meses también manifestó que Tía María no era viable. 

A pesar de que el paro no ha cumplido con sus objetivos, no dejamos de advertir que la izquierda antiminera tiene ya una estrategia contra las inversiones en el país. Este nuevo gobierno deberá actuar con prudencia e inteligencia para volver a encender un motor —la minería moderna— que genera crecimiento y reduce la pobreza.

 
  • 24 de junio del 2016

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