Editorial Política

¿Fue un ensayo autoritario?

¿Fue un ensayo autoritario?
  • 08 de septiembre del 2014

Sobre el intento frustrado de tachar a Castañeda Lossio y sus implicancias políticas

Después de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) habilitara la candidatura de Luis Castañeda Lossio y le enmendara la plana al Jurado Electoral Especial de Lima (JEE), la sensación de que las instituciones democráticas funcionan se extiende en el país. Sin embargo, ¿semejante desenlace significa que la democracia no estaba de por medio con la decisión inicial del JEE?

Una primera respuesta es negativa, finalmente, el propio JNE se encargó de arreglar las cosas. Los jueces electorales fallaron en primera instancia en un sentido y, en la segunda y final, de acuerdo a ley. Otro argumento que abona a la tesis de que la democracia no estaba en medio del incidente es que el oficialismo ya no tenía fuerza ni influencia política para promover la triquiñuela electoral luego de los encontronazos entre el Ejecutivo y el Legislativo, y después de haber perdido la mayoría del Congreso. Semejante razonamiento también es verdad.

Sin embargo vale recordar que la democracia no solo se pone en peligro por conspiraciones y complots elaborados desde la cúspide. Generalmente, las democracias se desmoronan cuando algunas instituciones cruzan los límites establecidos por la ley y afectan la pluralidad. Y eso es, precisamente, lo que había sucedido con la resolución del JEE. No había un solo argumento atendible para tachar la candidatura de Castañeda. Ni uno solo.

Absortos contemplábamos cómo pasaba una leguleyada de pasillo judicial. Castañeda había estudiado en la PUC y se había graduado en la UNSMP y en el formulario solo le preguntaba por sus estudios universitarios. Se había consignado la PUC, no había mentira, había imprecisión, pero se le tachó. Aquí viene el asunto: los jueces electorales habían asumido una discrecionalidad que no tienen en democracia sino en las dictaduras o en los regímenes bolivarianos.

Después de las victorias todos se proclaman generales. En este contexto, ¿fue alarmista sostener que la democracia estaba en peligro? Quizá, pero el alarmismo y la hipersensibilidad frente a los asuntos democráticos han tenido y seguirán teniendo enorme importancia en el régimen humalista. La tacha en primera instancia de los jueces electorales no se produjo en México, Chile o Colombia, donde a nadie se le ocurriría pretender inhabilitar a un candidato presidencial en carrera. En el Perú sí sucede eso y, probablemente, este asunto pondrá a la democracia en vilo hasta el 2016. ¿Cómo entonces se podía aceptar semejante tacha como un contratiempo de los jueces electorales de primera instancia?

Si la alarma no se hubiera extendido ni Solidaridad Nacional hubiera reaccionado con tanta energía, ¿el JNE hubiera fallado de la misma manera? Creemos que sí. Pero la democracia ha ganado un enorme activo enviando un mensaje a todos los jueces electorales: no tienen discreción al margen de lo establecido en la ley. Si lo hacen, la democracia está en cuestión. Un mensaje que también debe haber llegado a cualquier actor político que se considera capaz de influenciar en las autoridades electorales.

El espíritu de este Portal seguirá orientado en esa misma dirección. Y seguramente cometeremos errores por alarmismo democrático, pero, en todo caso, esas son las debilidades congénitas de todas las opciones libertarias.

El Perú está en un momento privilegiado de su historia, pese a que este gobierno ha desacelerado el crecimiento y el ritmo de reducción de la pobreza. Avanzamos hacia el cuarto proceso electoral sin interrupciones, con una democracia sin partidos y con un creciente descrédito del espacio público, pero las instituciones permanecen, se mantienen, en medio de los huracanes. Uno de ellos fue el intento de tachar con una leguleyada en primera instancia a un candidato que se pinta como ganador en Lima. A nuestro entender era crear una terrible sombra hacia el 2016. Ahora que la pluralidad se preserva en las elecciones limeñas, que siga la campaña y que gane el mejor. En este Portal no votamos por candidatos sino por conceptos y políticas. No decimos principios porque se ha bastardeado demasiado el criterio.

  • 08 de septiembre del 2014

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