Editorial Política

Fortalecer el SINEACE, no eliminarlo

Fortalecer el SINEACE, no eliminarlo
  • 02 de junio del 2015

Congreso tiene en sus manos futuro del modelo peruano de calidad educativa.

El Ministerio de Educación ha levantado al fin el velo de secreto con que había cubierto el proyecto reforma del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad Educativa (SINEACE), y gracias a ello hemos conocido que se busca reemplazar dicho sistema por otro llamado Consejo Peruano de Acreditación de la Educación Superior (COPAES). Bien que el MINEDU haya sincerado las cosas, pero preocupa que se quiera eliminar un sistema que, al haber sido concebido de abajo hacia arriba, se ha ganado el reconocimiento de la comunidad educativa por su transparencia y eficacia.

El COPAES acreditará la calidad educativa solamente en las universidades e institutos superiores, a diferencia del SINEACE que abarcaba también la Educación Básica. El proyecto propone que esta función pase al MINEDU, lo cual es discutible por los antecedentes de eficiencia de ese Sector y porque se cancelarían los procesos de acreditación ya iniciados por 514 colegios principalmente privados, que han invertido recursos y tiempo para acreditarse.

En su exposición de motivos, el Proyecto de Ley N° 4481/2014-CR, explica el cierre del SINEACE alegando que la autonomía que tienen los organismos operadores del sistema (IPEBA, CONEAU y CONEACES) impide que estos funcionen de manera articulada con el consejo directivo del SINEACE, y que por eso el sistema cerece de una visión conjunta de mejora de la calidad y sufre situaciones conflictivas que afectan el desarrollo de sus actividades. Tal vez esto sea verdad, pero ¿es motivo suficiente para liquidar un sistema que funciona y está legitimado? ¿No bastaría corregir tales deficiencias en vez de liquidar el sistema?

El proyecto también propone que las acreditaciones nacionales e internacionales sean reconocidas por igual por el estado. El problema está en que ciertas universidades podrían sustraerse del sistema nacional, lo cual sería válido si no fuera porque hay acreditadoras foráneas que tienen estándares menos exigentes y porque algunas universidades que integran alianzas internacionales se acreditarían solo con su propia acreditadora privada, como por ejemplo CINDA.  El SINEACE permite que las universidades accedan a esas acreditaciones y algunas están acreditadas por entidades foráneas; sin embargo la mayoría de universidades prefiere el sistema peruano porque es transparente y confiable.

Y si el MINEDU cree que la evaluación y acreditación internacional es superior a la nacional se equivoca, porque el modelo peruano ha incorporado todos los estándares de calidad globales, como los sistemas de control de calidad ISO, investigación y publicaciones indexadas, curriculum, curriculum por competencia, etc., y hace además un seguimiento permanente de su cumplimiento, a diferencia de ciertas acreditadoras extranjeras, que vienen, acreditan y se van.

La exposición de motivos también señala que para crear el COPAES se ha inspirado de las experiencias exitosas de Colombia y Chile, lo cual es positivo pero contradictorio, porque esos sistemas son casi iguales al peruano, con la diferencia que éste ha sido adaptado a nuestra realidad. Además, la construcción de un modelo propio toma años y mucho trabajo, pero el MINEDU al parecer no lo entiende.

El SINEACE se puso en marcha el 2007 acreditando 7 carreras , el 2013 acreditó 14 carreras, el 2014 llegó a 34 carreras y este año serían al menos 80 carreras, es decir que se le quiere liquidar cuando está empezando a despegar. Pero lo más importante es que ya se ha alcanzado el objetivo que señala el proyecto de ley: “crear un sistema que no solamente sea creíble, sino que alcance una reputación sobre cuya base genere un liderazgo académico e institucional…”

La Comisión de Educación del Congreso haría bien en someter dicho proyecto a un debate amplio y profundo a partir de los resultados objetivos que ha logrado el modelo peruano de acreditación, para mejorarlo y fortalecerlo, no para reemplazarlo.

  • 02 de junio del 2015

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