Editorial Política

¡A recuperar el patrullaje en las calles!

Policía, municipios y serenazgos obligados a coordinar

¡A recuperar el patrullaje en las calles!
  • 25 de enero del 2017

Policía, municipios y serenazgos obligados a coordinar

Es evidente que la gestión del ministro del Interior, Carlos Basombrío, desata una enorme polémica. El titular del sector se ha planteado enfrentar la ola criminal y eliminar la corrupción dentro de la institución policial al mismo tiempo. Los especialistas señalan que nadie libra dos guerras en la misma hora. El general Oscar Naranjo en Colombia —que empezó su gestión con una policía corrupta— se propuso convertir a la policía y al Estado en un solo puño que golpeara con contundencia a la ola criminal y, en ese camino, eliminó la corrupcción y reorganizó la policía. Naranjo consiguió resultados exitosos. También se critica que Basombrío plantee plazos demasiado largos para alcanzar resultados. Por ejemplo, señala que en un año recién se conocerán los logros en la lucha contra la criminalidad. ¿Puede la impaciencia ciudadana frente al delito resistir tanto?

Más allá de las críticas al titular del Interior, al César lo que es del César. Basombrío parece tener las cosas claras sobre los lineamientos claves de una reforma de la seguridad ciudadana. Por ejemplo, el Decreto Legislativo 1316 establece la obligatoriedad para los municipios y regiones de colaborar estrechamente con la Policía Nacional del Perú (PNP), un elemento clave para conseguir más eficacia en el patrullaje de las las calles, hoy desguarnecidas, del país. En caso de que no se produzca la sinergia entre los gobiernos subnacionales y la policía, los gobernadores y alcaldes podrían ser suspendidos por treinta días.

El señalado decreto modifica cuatro artículos de la Ley N°27933 —Ley de Sistema de Seguridad Ciudadana— estableciendo a la PNP como un organismo rector que deberá enseñar, guiar y señalar las faltas de los municipios y regiones en su tarea por restablecer la seguridad ciudadana. Como se aprecia, esta norma tiene un objetivo central: que el Perú vuelva a recuperar el patrullaje de sus calles y sus espacios públicos. Impulsar la convergencia de los serenazgos municipales con la policía es, pues, fundamental en este camino.

Mediante este decreto se reforzarán los comités regionales, provinciales y distritales (de Seguridad Ciudadana) que formularán y evaluarán planes, programas, proyectos y directivas que pasarán por el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec) para luego ser implementados. En otras palabras, el Ejecutivo estaría señalando que la victoria sobre la ola criminal solo se conseguirá con una lógica de abajo hacia arriba; es decir, con la participación de los gobiernos subnacionales y de la sociedad. Felicitaciones.

En el país se ha perdido la cultura del patrullaje, un elemento fundamental para disuadir el desarrollo de nuevas generaciones de delincuentes y para elevar los riesgos de los atracos de bandas. De un total de aproximadamente 130,000 policías, solo un tercio se destina a las comisarías y al patrullaje. Los especialistas señalan que en las comisarías deberían estar la mitad de efectivos. En el país se cuenta con 241 policías por cada 100,000 habitantes, una estadística menor a la recomendada por la UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), que propone 300 policías por cada 100,000 habitantes.

Pero eso no es todo. En el Perú existen 1,470 comisarías a nivel nacional, de las cuales 858 carecen de internet, 12 están sin energía eléctrica, 97 sin desagüe y 58 sin agua. Otro dato alarmante es que 113 comisarías carecen de equipos propios de comunicación.

Según el Mininter, existen 782 comisarías básicas que cuentan con serenazgo en su distrito, y 664 de ellas realizan patrullaje con coordinación del serenazgo. Si esto es así, ¿por qué casi el 80% de peruanos cree que no hay patrullaje en las calles? En todo caso, un argumento más para celebrar el nuevo decreto.

Con la mencionada norma se potenciará la colaboración, en todos los niveles, entre policía y municipios. Por ejemplo, la PNP podría contar con el apoyo o participación del serenazgo en el desarrollo de operativos. Además, la policía se encargaría de capacitar a los serenos en el uso de armas no letales, menos letales o potencialmente letales

Asimismo, la policía podrá desarrollar observaciones periódicas a los municipios —como un feedback— respecto a las deficiencias que afecten actividades sobre seguridad ciudadana. Un detalle importante es la integración de data respecto a las zonas con mayor nivel de delictividad. La PNP estará obligada a brindar cualquier información a las municipalidades respecto a actividades delictivas, mejorando las estrategias municipales contra la inseguridad ciudadana.

Desde cualquier ángulo de análisis, solo queda felicitar al Gobierno y al sector Interior por el mencionado decreto y la voluntad de recuperar el patrullaje de las calles.

  • 25 de enero del 2017

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