¡Golpe a la calidad educativa!

Con leguleyada se pretende descabezar el Sineace

El ministro de Educación, Jaime Saavedra, es el titular más popular del Gobierno. Se lo merece por haber retomado la reforma meritocrática de la escuela pública de la administración anterior. Sin embargo Saavedra cree que los aplausos conseguidos –incluido los de este Portal- le dan carta libre para imponer un modelo de universidad. La semana pasada Saavedra publicó una resolución ministerial que pretende “cesar” a la señora Peregrina Morgan en la presidencia del Consejo Directivo ad-hoc del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad Educativa (Sineace), organización encargada de llevar adelante los procesos de acreditación en curso.

La resolución del Minedu es un monumento a la leguleyada. Se pretende “despedir” a Peregrina Morgan dejando sin efecto una resolución ministerial que ya había sido derogada en el 2014. El funcionamiento del Sineace, por mandato de la propia Ley Universitaria, continúa hasta que se “reorganice” con la nueva propuesta (Copaes) del Minedu.

¿Qué hay detrás del intento de descabezar el Sineace? ¿Paralizar los 3,386 Comités de Calidad en universidades, institutos y escuelas? ¿Por qué desaparecer un sistema que moviliza hoy a unas 40 mil personas, entre directores, docentes, alumnos y ex alumnos? Del total de Comités de Calidad, 1,689 corresponden a carreras universitarias, 694 a especialidades de institutos de educación superior tecnológica, 576 a colegios, 274 a Centros Técnico Productivos y 162 a institutos pedagógicos.

Todo indica que en el Minedu hay desesperación porque la propuesta del Copaes –reemplazo del Sineace- ha perdido la mayoría en el Congreso. La oposición ha entendido que detrás de la propuesta del Minedu no está de por medio una movilización contra la mediocridad en los claustros, sino la obsesión por imponer un modelo de universidad y excluir a otros, sobre todo, a la inversión privada en el sector. Incluso, el propio presidente de la Comisión de Educación, Daniel Mora, ya habría tomado distancia de la propuesta ministerial.

A estas alturas es más evidente que “la reforma universitaria” del Minedu tiene que ser revisada de raíz. La burocracia del sector no solo pretende manejar las licencias de los claustros sino que trata de manejar las acreditaciones de calidad educativa.

La fórmula es simple: todo el poder a la burocracia para favorecer un modelo de universidad. De allí, por ejemplo, que la “reforma” comience a emular los procedimientos policiales: por ejemplo, se aprueba un reglamento de sanciones antes que el propio reglamento general de la ley universitaria. ¿Cómo se sanciona sin saber qué cosa se transgrede? Así están las cosas en la “reforma del Minedu”.

En este Portal no tenemos nada contra la actual gestión del sector. Por el contrario, fuimos los primeros en levantarnos a aplaudir la continuidad de la reforma meritocrática. Lo que sucede es que somos liberales y apostamos por la construcción de una sociedad abierta. Y una sociedad abierta es incompatible con un solo modelo de universidad que excluye a otros. Si lo permitimos, por ejemplo, la Universidad Católica, la mayor plataforma intelectual de la izquierda, se erigiría como el único referente intelectual y todos los días escucharíamos –como sucedió en Chile- que “lo académico” solo viene del fundo Pando. ¡Y eso de ninguna manera es verdad!