Sector forestal sigue cayendo

 

En 2017 las exportaciones chilenas de madera ascendieron a US$ 2,250 millones. Adicionalmente, Chile exportó pasta de madera y papeles, por US$ 2,550 y US$ 500 millones respectivamente. Es decir, US$ 5,300 millones en total. A principios de siglo Chile exportaba forestales por US$ 2,500 millones, lo que significa un crecimiento de 100% en menos de 20 años.

¿Y Perú? Las exportaciones forestales peruanas descendieron a US$ 120 millones en 2017. Este valor representa apenas el 0.3% de las exportaciones totales, que en 2017 subieron a US$ 44,000 millones. Las exportaciones de 2017 fueron 40% menores a las registradas hace diez años. Es decir, no solo exportamos muy poca madera, sino que además exportamos cada vez menos. ¿Cómo explicar esta situación? En este portal hemos sostenido que la ausencia de derechos de propiedad en la Amazonía, los alarmantes déficits de infraestructura y la falta de criterios técnicos para otorgar concesiones explican el abandono del sector forestal en el Perú.

La producción peruana de madera ni siquiera cubre la demanda interna. Es más fácil importar que abastecerse localmente de madera. La balanza comercial forestal es negativa en más de US$ 160 millones (sin incluir papeles y cartones). Este déficit ha crecido en los últimos años como consecuencia del aumento de las importaciones y la caída de las exportaciones.

En efecto, en el periodo 2001-2017, las importaciones peruanas de maderas aumentaron de US$ 25 millones a US$ 219 millones (40% procedente de Chile), mientras que la importación de pasta de madera creció de US$ 20 millones a US$ 60 millones (54% procedente de Chile). Es decir, importamos bienes forestales por US$ 280 millones, de los cuales, provienen de Chile US$ 120 millones.

Las exportaciones forestales de Perú actualmente son equiparables a las que Chile tenía en 1975 (US$ 125.5 millones). Es decir, llevamos un atraso de más de cuarenta años. El sector forestal peruano no contribuye siquiera con un punto del PBI. Las reformas aplicadas fueron muy mal hechas. Las concesiones realizadas fracasaron ostensiblemente.

En el Gobierno de Alejandro Toledo se entregaron concesiones por veinte años en extensiones de 20,000 hectáreas. “El 90% de todas las concesiones fracasaron por no conocer el desarrollo de la actividad… muchas de esas concesiones, que además fueron entregadas siguiendo criterios políticos, han sido canceladas, y otras se encuentran bajo medidas cautelares”*.

El gobierno de Humala parecía haber encontrado la solución. Según el ex ministro Milton von Hesse, el problema es institucional: “… un marco que desde su creación había considerado que el sector forestal podía desarrollarse a partir de la formalización de pequeños productores… eso era como pensar que la minería podía desarrollarse sin la gran empresa”**.

Lamentablemente, estas reformas tampoco sirvieron para desarrollar el sector. Todo lo contrario, las exportaciones forestales en el periodo 2011-2016 cayeron 25%. El endurecimiento de las regulaciones y las penas para formalizar y eliminar la tala ilegal de árboles solo sirvió para empobrecer a la selva y corromper aún más al sistema policial y judicial.

En el Gobierno de PPK se ha promulgado el D. L. N° 1283, que permite que los bosques de producción permanente —que no hayan sido otorgados en los concursos públicos o que hayan sido revertidos al Estado— se otorguen a través de un procedimiento abreviado. Lamentablemente la exportación ha seguido cayendo en los dos últimos años (-20%), incluso en enero 2018 (-7%).

En materia forestal, el camino seguido por Perú es tan malo que incluso Ecuador ya exporta casi el triple que Perú. En efecto, en el periodo 2001-2017 las exportaciones forestales de Ecuador pasaron de US$ 69 millones a US$ 340 millones. Ecuador exporta madera a EE. UU. e incluso a Perú. En 2017 Ecuador exportó madera por más de US$ 30 millones a Perú.

A diferencia de la mayor parte de la madera que Perú exporta, la madera que exportan países como Chile proviene principalmente de plantaciones (no de bosques), lo que le genera menos problemas comerciales. Chile lleva cien años de propiedad privada, mientras que Perú sigue sumergido en la propiedad estatal de los recursos naturales. Esa es la gran diferencia. Sin propiedad privada seguiremos estancados.

* http://elmontonero.pe/economia/riquezas-desaprovechadas-en-la-amazonia

** https://www.youtube.com/watch?v=S26gYAbfIVM&t=20s