¿Sale Tía María en el 2016?

Las condiciones políticas y sociales necesarias del proyecto minero del sur

El 2016 podría ser el año en que, luego de marchas y contramarchas, el proyecto minero Tía María (US$ 1,400 millones de inversión) logre concretarse. ¿Qué haría falta para que ello ocurra? Un gran consenso nacional liderado por las máximas autoridades sobre la importancia de la minería moderna en la economía nacional y el impacto en el bienestar de los peruanos.

Como se sabe, Tía María quedó estancado debido a una lograda estrategia violentista planificada por el radicalismo antiminero, con el objetivo de paralizar inversiones, profundizar la desaceleración de la economía y resucitar las viejas ideas estatistas. A la campaña anti minera se sumó la incapacidad del presidente Humala y las autoridades locales para liderar una cruzada en favor de la minería moderna y la enmarañada tramitología estatal.

No obstante, a puertas de las elecciones para elegir al próximo presidente, podría surgir un gran consenso para que la minería moderna se consolide como un motor antipobreza y de crecimiento económico. Los cuatro candidatos que hoy lideran las encuestas (Keiko Fujimori, PPK, Alan García y César Acuña) se muestran, cada uno con matices, a favor de la minería moderna. Tía María, uno de los más importantes proyectos del sur peruano, podría ver la luz al final del túnel este 2016.      

Por su parte, la compañía Southern Perú, concesionaria de Tía María, también realiza esfuerzos para mejorar la confianza con la población aledaña al proyecto.  El plan social lanzado meses atrás ya tiene algunos logros. Los programas de apoyo para mejorar la producción de los cultivos y las campañas de salud y asistencia social se están ejecutando con la activa colaboración de los pobladores. Hoy, por ejemplo, las movilizaciones y protestas contra el proyecto ya no son masivas. En la última movilización realizada a principio de diciembre asistieron solo 150 personas. 

Tía María tiene todas las posibilidades de ejecutarse no obstante la caída de los commodities. A pesar del descenso del precio del cobre, nuestro país tiene ventajas comparativas que hacen más rentable la producción cuprífera con respecto a Chile, Canadá o Australia. El bajo costo de la energía eléctrica, por ejemplo, es una gran ventaja. Producir una libra de cobre en el Perú cuesta US$ 1.05 centavos en tanto que en Chile representa US$ 1.70 centavos.

 

En México y Perú operan unidades mineras e instalaciones metalúrgicas, y al mismo tiempo realizan exploraciones, como en Chile. 

(Fotografía: andina.pe)

El 2016 no solo será un año electoral, sino, además, decisivo para la continuación de varios proyectos mineros importantes para la economía nacional. La contribución económica y social de la minería es innegable: representa el 50% de las divisas, el 20% de la recaudación fiscal y participa con el 14% en el Producto Bruto Interno (PBI). Solo el proyecto Tía María, generaría 3,500 puestos de trabajo de forma directa y crearía un gran círculo virtuoso económico en la región Arequipa.