Represar el agua es pensar en el desarrollo

Para proveer de agua potable a todos y relanzar la agroexportación

En una pasada entrevista en El Montonero, el presidente del directorio de la empresa OHL, Ricardo Vega Llona, sostuvo que el Perú debe represar y canalizar treinta ríos de su costa. La propuesta de Vega Llona traería dos beneficios: prevenir desastres naturales (los ríos serían canalizados y ya no se desbordarían en las poblaciones) e incrementar el riego en los campos de cultivo. Estas declaraciones coinciden con las opiniones formuladas días atrás por el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Roque Benavides, quien sostuvo que, en el largo plazo, la mejor forma de prevenir los desastres naturales es la construcción de represas, reservorios y presas.

Según los informes de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Perú solo almacena el 1% de las aguas de lluvias, en tanto que el 99% se pierde en el mar. Hoy las regiones del norte costero —sobre todo Piura, Tumbes y Lambayeque— han sufrido los embates de las lluvias de El Fenómeno de El Niño, que afectaron de gravedad a varios sectores productivos, entre ellos la agroexportación. En Piura, según un informe del ANA, se sostiene que solo existen tres presas, a pesar de que es la segunda región agroexportadora luego de Ica. En el referido informe también se señala que en la región La Libertad existe 25 presas, en tanto que en Ancash hay más de 143.

La información presentada líneas arriba nos indica que el Perú no cuenta aún con una política clara para la construcción de represas y presas que permitan generar agua potable y sostener el crecimiento de la agroexportación. Según un estudio elaborado por el Ministerio de Agricultura (Minag), para aprovechar las aguas el Perú necesita construir 600 represas en los próximos cinco años. Sin duda, un objetivo gigantesco.

Con sus tres grandes vertientes (Pacífico, Amazonas y Titicaca) distribuidas en 113 cuencas y 46 subcuencas, el Perú podría utilizar el enorme recurso hídrico que posee construyendo infraestructura para represar agua de ríos y lagos, tal como lo han hecho todas las naciones que han alcanzado el desarrollo. En el siglo XX Norteamérica (Canadá y Estados Unidos), Asia (China, Japón, India y Corea) y Europa son los continentes donde se han construido la mayor parte de las represas del mundo. En el otro extremo están África y Sudamérica. Hoy existen alrededor de 45,000 represas construidas en todo el mundo, y el 80% de ellas están ubicadas en cinco países: Estados Unidos, China, India, España y Japón. Países que han logrado el desarrollo y el progreso.

Por otro lado, la inversión privada es vital para el represamiento de agua para potabilizarla. ¿Cómo se puede convocar a la inversión privada? Una de las condiciones fundamentales para desarrollar estas políticas pasa por crear un mercado del agua con precios que reflejen los costos de producción. En la actualidad, debido a la injerencia de los políticos, el precio del agua apenas cubre el 50% de los costos. De otro lado, el directivo de OHL Vega Llona también añadió que se deben mejorar los mecanismos de inversión mediante las alianzas público privada para la construcción de infraestructura.

El Perú es el segundo país con mayores reservas de agua dulce. Un documento de Contribuyentes por Respeto señala que la cuenca del Pacífico produce más de 5,500 litros de agua diarios por habitante, mientras que el consumo per cápita no es mayor a 250 litros al día. Es decir que 5,250 litros de agua por habitante se van directamente al océano Pacífico. Existe escasez de agua potabilizada debido a la poca inversión en el sector.

Es hora de que el Perú tenga una política clara de construcción de represas, presas y reservorios de agua para hacerle frente a los embates de la naturaleza. Como colofón diremos que el Estado apenas ha podido mantener y mejorar dos represas como Gallito Ciego (Lambayeque) y Poechos (Piura), cuya infraestructura está en declive.