Pobres con reservas, pero sin carreteras

El Congreso de la República aprobó la Ley N° 30723, que declara de interés nacional la construcción de carreteras en zonas de frontera y el mantenimiento de trochas carrozables en el departamento de Ucayali. El proyecto de ley presentado por el congresista de la región oriental, Glider Ushñahua, propone conectar por carretera a los pueblos ubicados entre la provincia de Purús (Puerto Esperanza, en Ucayali) e Iñapari (Madre de Dios). Pero resulta que la mencionada ley colisiona con la llamada “intangibilidad de los pueblos amazónicos”, con las áreas naturales protegidas y el hábitat de pueblos indígenas y originarios en situación de aislamiento y contacto inicial.

Ni el proyecto de ley, ni el dictamen correspondiente, ni la ley aprobada por el Congreso mencionan que las carreteras y trochas propuestas por el congresista Ushñahua se encuentran en alguna zona protegida por el Estado. Sin embargo, el legislador Marco Arana, del Frente Amplio, propone derogar la mencionada ley argumentando que careció de la opinión de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología (CPAAAAE). El congresista Arana quiere llevar la ley de su colega Ushñahua a la CPAAAAE para boicotearla. Ya antes, tal comisión aprobó un dictamen que declara a las zonas de la Isla Foca, el Ñuro, Los Arrecifes de Punta Sal y el Banco de Máncora, en los departamentos de Piura y Tumbes, como un área natural protegida. Sin atender los argumentos científicos del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), la CPAAAAE intenta detener la explotación de hidrocarburos y gas aduciendo que se afectará a la flora y fauna. No reconocen, por ejemplo, que en el Mar del Norte europeo se explotan petróleo y gas con los más altos estándares ambientales.

Todo este relato engañoso se inicia en 2011 con las políticas impuestas por el Ministerio del Ambiente desde la gestión del ex ministro Manuel Pulgar Vidal, en el quinquenio del ex presidente Ollanta Humala. La pretensión de Pulgar Vidal fue convertir a toda la Amazonía en un santuario intocable, natural y libre de cualquier actividad económica. La finalidad de Pulgar Vidal era política y personal: convertirse en el “zar” del ambientalismo mundial. También la izquierda ha hecho evidente su intencionalidad: se ha propuesto detener todo tipo de desarrollo e inversiones. No hace otra cosa que proponer el aislamiento de las comunidades amazónicas, abandonadas a su suerte de hambre y enfermedades. Negar la carretera a un poblado de extrema pobreza es un verdadero crimen social. Esa vía de transporte puede ser la diferencia entre seguir estancado en la miseria o comenzar a crecer.

Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) se establecen con el voto aprobatorios del Consejo de Ministros. Esta áreas pueden ser parques nacionales, santuarios, reservas, bosques, refugios y cotos que se encuentran administrados por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), institución dependiente del sector ambiente. Para el congresista Arana y para el sector ambiente resultan incompatibles los cuidados y la preservación del medio ambiente con las actividades productivas en las zonas protegidas.

No hay duda de que la izquierda tiene planes en contra de las empresas y las inversiones extractivas. Marco Arana ya hizo aprobar la Ley N° 30640, que introduce el concepto de cabecera de cuenca para intentar detener toda inversión minera encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar, declarando intangibles los nacientes hídricos.

El congresista Ushñahua debe mantenerse firme frente a su proyecto. La Ley N° 30723 no puede ser derogada bajo ninguna circunstancia. La izquierda no puede detener con argumentaciones falsas la construcción de una carretera que será utilizada por los más pobres del país.