Pensiones sin futuro sin cuenta individual

Los efectos negativos de permitir retirar 95.5% del fondo

Cualquiera sea el ángulo o enfoque con que se analice el problema, no hay futuro para el sistema previsional en el planeta si es que las contribuciones de los futuros jubilados no se realizan  a través de cuentas individuales a capitalizarse a través de diversos mecanismos de mercado. En el Perú, el Sistema Privado de Pensiones (SPP) ha logrado acumular S/.130 mil millones de soles y, en promedio, otorga pensiones que representan el doble de lo que se paga en el sistema estatal de reparto, el fondo común al que todos aportan y donde se establece un sistema de solidaridad inter generacional.

¿Por qué no hay futuro al margen de las cuentas individuales? En este Portal lo hemos sostenido varias veces: el desarrollo produce la paradoja de alargar la longevidad y reducir la natalidad. En otras palabras, cada vez habrá más jubilados que trabajadores activos que contribuyan al sistema. En ese contexto, nadie puede entender cómo el Congreso de la República aprobó la ley –que fue observada por el Ejecutivo- que permite a la persona que se jubila retirar el 95.5% del fondo de su cuenta individual. Considerando la tendencia a priorizar el presente y a postergar los asuntos del mediano y largo plazo es evidente que se ha disparado un verdadero misil contra la filosofía y los objetivos con los que se crearon el Sistema Privado de Pensiones.

Si revisamos algunas cifras sobre pensiones en América Latina las cosas se presentan aterradoras. Hoy, por ejemplo, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), existen en la región alrededor de 23 millones de personas mayores de 65 años que no reciben una pensión financiada por sus propias contribuciones. Si no hay reformas y con el incremento de la longevidad, en el 2050 se calcula que existirán entre 66 y 83 millones de personas en edad de retiro que no recibirán pensiones contributivas.

No solo se trata de millones de personas que no formarán parte de los sistemas previsionales, sino que los jubilados que consigan una pensión recibirán menos cantidades conforme se sucedan los años. Por ejemplo, se calcula que en el 2021 los jubilados en México solo podrán recibir el 30% del último sueldo en actividad. En la actualidad solo el 33% de los trabajadores mexicanos activos contribuye a la seguridad social, un porcentaje que tiende a disminuir de manera alarmante.

En España las proyecciones aparecen terroríficas. En el 2051 el número de trabajadores activos igualará a la cantidad de jubilados. Es decir, el funcionamiento del sistema previsional dependerá en un 100% del aporte de los trabajadores activos cuando en la actualidad solo representa el 50%. Si consideramos que la esperanza de vida se incrementará considerablemente no hay manera de enfrentar la crisis social que se avecina a menos que se desarrollen reformas audaces en los sistemas de pensiones.

Por todas estas consideraciones y realidades quién puede entender los motivos que impulsaron a los padres de la patria a aprobar la ley que permite retirar el 95.5% de los fondos acumulados en las cuentas individuales del Sistema Privado de Pensiones. Si bien el SPP tiene muchos problemas y deficiencias –como la necesidad de mayor competencia-, lo que los congresistas han hecho es lanzar una verdadera bomba nuclear sobre todos los avances de nuestro sistema previsional.