¡Michiquillay viento en popa!

El proyecto minero Michiquillay (en Cajamarca), que debe ser adjudicado el 20 de diciembre, continúa viento en popa. El emprendimiento, cuya inversión es de US$ 2,000 millones, producirá 80,000 toneladas de cobre por día. Como ya se ha informado en este portal, ProInversión —organismo encargado de la adjudicación— ha presentado el contrato que detalla exhaustivamente el cuidado que tendrá el proyecto con el medio ambiente. La comunidad campesina de Michiquillay se encuentra a la espera de que se realice la segunda mesa de trabajo, el 5 de diciembre del 2017, en la que también participará el Ministerio de Energía y Minas (MEM).

El proyecto Michiquillay es uno de los pocos que no tiene ningún tipo de conflicto con los antimineros. Es decir, todo va a pedir de boca. A ello se suma que Proinversión ha detallado y especificado muy bien en el contrato lo que respecta al cuidado ambiental y responsabilidad social que se ejecutará en la región cajamarquina. Todo eso ha sido bien recibido por la población. Entonces ¿Con qué finalidad se realizará esta segunda mesa de trabajo? Esta mesa de trabajo tiene como objetivo recibir de la comunidad campesina de Michiquillay alguna propuestas para que sean añadidas en el contrato del proyecto Yacimientos Cupríferos de Michiquillay.

El presidente de la Junta Directiva de la Comunidad Campesina de Michiquillay, Jesús Díaz Casahuamán, espera que Michiquillay sea un modelo de minería moderna y responsable en el país, en la cual el medio ambiente ocupa un lugar preponderante y que además es respetuosa con los derechos comunales. Señaló, igualmente, que confía en que el proyecto generará grandes oportunidades para la comunidad y Cajamarca.

Por ejemplo, una de esas oportunidades es que de la suma total que el adjudicatario entregue al Estado, el 50% de esta contraprestación,se destinará al Fondo Social Michiquillay. Es decir, la iniciativa se ocupará del desarrollo de proyectos de impactos y sostenibles y, de esta manera, se generarán nuevos empleos, se financiarán proyectos de infraestructura social y productiva y , además, se atenderá primordialmente a la población más vulnerable.

Quienes también serán favorecidos con este fondo, son las comunidades campesinas de la zona de influencia del proyecto extractivo: Michiquillay y La Encañada. Así, la economía de Cajamarca podría salir de la recesión y el desempleo en el más corto tiempo.

Como era de esperar, una minoría antisistema persiste en su prédica antiminera. Esta vez, el gobernador regional de Cajamarca, Porfirio Medina Vásquez, ha convocado a la población para realizar marchas de protestas en contra del proyecto Michiquillay. Según argumenta, Proinversión se estaría reuniendo con la Comunidad Campesina de Michiquillay de manera clandestina, sin darle a conocer los acuerdos a los que llegaron. Además, sostiene el gobernador, que no está de acuerdo ese tipo de procedimientos. Insiste en que el proyecto Michiquillay está ubicado en una cabecera de cuenca y, por tanto, esa actividad extractiva afectará los acuíferos de lugar.

Como ya se ha explicado, este último argumento no tiene ningún sustento científico. Los ríos y acuíferos provienen de las lluvias, y el mundo desarrollado nos enseña que la única manera de cosechar agua para la población y la agricultura es construyendo represas y reservorios. Y las empresas mineras peruanas han demostrado largamente tener la capacidad técnica y el ánimo suficiente para hacerlos.

Como sabemos, todo este tipo de contratos son de conocimiento público, nada puede ser “clandestino”. Las comunidades están totalmente de acuerdo con el proyecto, al igual que el Gobierno. Seguramente algunos sectores antimineros también quieren recibir parte del 50% que Proinversión entregará al Fondo Social Michiquillay que beneficiará a las poblaciones bajo influencia directa del proyecto.