Ley de Promoción Agraria levantará el sector forestal

El Ejecutivo de Martín Vizcarra ha solicitado delegación de facultades al Congreso de la República. Una de ellas está relacionada con la prórroga de la vigencia de la Ley de Promoción Agraria, Ley N° 27630, y la extensión de la misma para el sector forestal y las labores acuíferas, dedicadas a las algas, moluscos y peces. Según estimaciones, después de 18 años de vigencia de la Ley, una cuarta parte de los empleos formales del país se concentra en el sector agrícola. Asimismo, mientras el desempleo se ha incrementado en el último año —8% de la Población Económicamente Activa (PEA)— el empleo en el sector agrícola ha sumado 40,000 empleos formales más en el último año.

Según datos de unos 24 concesionarios forestales certificados (formales, con campamentos para sus trabajadores, maquinarias y equipos), 160,000 hectáreas de plantaciones forestales permanentes ofrecen trabajo formal y directo a unas 300 personas. Las estimaciones oficiales señalan que existe en Perú 10 millones de hectáreas disponibles para ser reforestadas. Si una política de Estado agresiva considerara al sector forestal como una de las prioridades nacional, se sumarían unos 19,000 nuevos puesto de trabajo, además de los miles de empleos indirectos en servicios educativos, salud, justicia, seguridad, transporte, entretenimiento y otros correspondientes a la actividad.

Hace bien, entonces, el Ejecutivo en extender la Ley en un sector productivo potencialmente inmenso. Se estima que la superficie forestal peruana alcanza los 70 millones de hectáreas, el 90% ubicado en la selva peruana, así que las posibilidades maderables del país casi no tienen límites. De las 2,500 especies de madera existentes, unas 500 de ellas están clasificadas y 80 se aprovechan para unos 14 productos, entre madera serrada, seca y dimensionada, madera para carpintería, estructuras, enchapes, embalajes, durmientes y demás.

Desde el 2000, uno de los mayores errores cometidos por las autoridades peruanas ha sido concesionar las zonas forestales de producción permanente a personas naturales de manera indiscriminada, sin demandar la capacidad técnica y financiera que tienen las personas jurídicas. Es decir, las grandes compañías dedicadas a inversiones forestales.

Igualmente el otorgamiento de concesiones con una extensión de solo 20,000 hectáreas por 20 años ha retrasado la actividad forestal. El motivo: las grandes inversiones —que son las que logran el objetivo de reforestar la Amazonía— demandan 40,000 hectáreas y 40 años para invertir en el mediano plazo.

Durante el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski se trató de revertir la situación de abandono del sector forestal. El D.L. N° 1283 (diciembre 2016), que modifica la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley Nº 29763), establece la simplificación administrativa para todos los trámites comprendidos, la extensión de las concesiones a 40,000 hectáreas por un plazo de 40 años y la inscripción de las plantaciones en el registro correspondiente, sin necesidad de hacer el cambio de uso del territorio concesionado.

La extensión de la Ley N° 27630 para el sector forestal genera enormes expectativas para el crecimiento económico del país por el incremento del Producto Bruto Interno, canon para las regiones, empleo formal y, sobre todo, la inclusión de los pobladores de las zonas forestales a la dinámica social, cultural y económica peruana. En la actualidad, según estimaciones, el aporte al PBI del sector forestal no alcanza ni al 1%.

Los extensos territorios forestales pueden convertir a Perú en una potencia exportadora de madera y de sus derivados. Mucho más que Chile y sin nada que envidiar a Canadá y a los países que han tomado en serio la explotación racional y responsable de sus recursos naturales y de sus territorios forestados.