Las Bambas y la oportunidad del Perú

Buenas perspectivas para la inversión minera en el Perú

En una reciente entrevista concedida al diario Gestión, Andrew Michelmore —CEO de la empresa MMG , concesionaria de Las Bambas— revela algunas novedades sobre el desarrollo exitoso que ha tenido Las Bambas, el respeto al medio ambiente y a las comunidades aledañas, y la oportunidad que tiene el Perú para atraer inversiones en el sector. Por el cargo que ejerce Michelmore y las opiniones desplegadas, analizamos varios pasajes de esa entrevista.

Una de las buenas noticias que brinda Andrew Michelmore es que el precio del cobre se recuperará en el mediano plazo (2017-2018) y que el del zinc ya lo está haciendo. Esa es una buena nueva especialmente para el Perú, que tiene un enorme potencial para proyectos mineros sobre todo de cobre y zinc. Hoy el precio del cobre en el mercado internacional se sitúa en US$ 2.11 la libra cuando tuvo un pico en el 2012 de US$ 4.22 la libra. El precio podría recuperarse en dos años y alcanzar los US$ 2.50 la libra. Casi todo el potencial peruano de estos minerales está ubicado en las regiones sureñas (Apurímac, Arequipa, Tacna y Moquegua). Entre Arequipa, Tacna, Moquegua y Cusco tienen reservas probadas de cobre por más de 55.92 millones de toneladas métricas finas (TMF) –mucho país que Chile—, y tres regiones (Arequipa, Apurímac y Cusco) poseen reservas de oro por 233.13 TMF. En Apurímac se ubica el 30% de proyectos del país, en tanto que en Arequipa el 15%.

En otro pasaje de la entrevista, el CEO de MMG indica que se está abriendo una oportunidad para la inversión minera en Perú debido a los bajos precios de los minerales, en especial el cobre. En palabras de Michelmore “el mejor momento para invertir es cuando están (los precios) en el nivel más bajo” Así se abriría una enorme ventana de oportunidad para nuevas inversiones en el Perú, ya que, según datos de la empresa Apoyo Consultorías, para el 2018 las inversiones en nuevos proyectos mineros sufriría un severo descenso. Así en el 2015 se redujo a US$ 3,800 millones; en el 2016 fue alrededor de US$ 1,600 millones y se estimaba que en 2017 y 2018 el flujo de inversiones no sobrepasaría los US$ 200 millones. Este sería, según Michelmore, un buen momento para inversiones extranjeras en el Perú. Además habría que sumar dos ventajas competitivas de nuestro país: el costo de la energía eléctrica es bajo en relación con los costos de Chile, Australia y Canadá; y también la mano de obra calificada.

Otro de los puntos resaltantes de la entrevista a Michelmore es la política de respeto al medio ambiente y a las poblaciones aledañas al proyecto Las Bambas, en Apurímac. El CEO ha dicho que “han retornado US$ 160 millones a las comunidades de Las Bambas para proyectos en carreteras, energía eléctrica, agua, saneamiento, educación y hospitales”; pero que no se han ejecutado de forma rápida, de allí que se hayan generado algunos conflictos con la población local. No obstante, la responsabilidad social de la empresa Las Bambas ha sido la pieza principal para que en Apurímac haya sucedido un milagro. La pobreza se ha reducido, existe un círculo virtuoso económico y el empleo ha crecido en lugares donde hasta hace poco el trueque era la forma de comercio (Challhuahuacho y Fuerabamba, por ejemplo) Es decir, Las Bambas ha permitido que Apurímac dé un salto hacia adelante como nunca lo hizo en su historia.

La reveladora entrevista a Andrew Michelmore demuestra que, a pesar de los problemas, el empresariado mira al Perú como una oportunidad de inversión. No dejemos que el radicalismo de la izquierda antiminera arrase la oportunidad que tiene el Perú para convertirse en un país de primer mundo.