La sensatez se impone en Produce

Modificarán el Decreto Supremo que restringía la pesca industrial de anchoveta

Buenas noticias para el sector pesquero industrial de nuestro país. El ministro de la Producción, Bruno Giufra, anunció hace algunos días —en una entrevista— que se modificará el Decreto Supremo N° 011-2013, que prohibía la pesca de anchoveta de embarcaciones industriales desde la milla cinco, ya que no ha cumplido con el propósito por el cual fue creado: incrementar el consumo humano. Vale recordar que, durante la pasada gestión de Ollanta Humala, un sector del Ministerio de la Producción (Produce) estuvo dominado por el radicalismo ambiental (impulsado por las ONG), que diseñó e impuso un marco jurídico que atentaba contra la pesca industrial, llevándola a pescar desde la milla diez. Al parecer la sensatez se impone en Produce.

“El Decreto Supremo N° 011 no ha funcionado” fueron las palabras del ministro Giufra. En otra parte de la entrevista, el ministro indicó que “se debe corregir la parte que no funcionó del decreto 011 y dejar de la milla cero a la cinco a la pesca artesanal totalmente protegida, para que de la milla cinco en adelante la pesca industrial pueda hacer su faena sin perjudicar a nadie”. En efecto, el Decreto Supremo 011-2013 (así como el DS N° 010-2012, hoy derogado mediante fallo judicial) no solo no cumplieron con su objetivo, sino además fueron antitécnicos. Hoy el DS N° 011 -2013 se encuentra suspendido debido a una medida cautelar otorgada por la Cuarta Sala Civil de Lima.

Según los creadores de tremendo error normativo, el DS N° 011-2013 promovería la pesca de anchoveta para el consumo humano, no obstante fue todo lo contrario. Este tipo de pesca retrocedió: en el 2011 se extrajeron 125,000 toneladas y en el 2014 solo 40,000 toneladas, pese a que se multiplicó la flota de embarcaciones menores dedicadas a esa actividad. La otra consecuencia perjudicial de la norma fue que las exportaciones de harina y aceite de pescado cayeron en unos US$ 1,000 millones anuales; y el 2014 se produjo la mayor caída de la pesca industrial de los últimos quince años, al extraerse solo 2.2 millones de toneladas de anchoveta en todo el año.

Con los números y los datos, la nueva gestión debe no solo modificar sino derogar la normativa antipesquera, y construir una nueva en base a la evidencias científicas y técnicas, e invitando a la participación de todos los sectores, agrupados en diferentes asociaciones. El sector pesquero industrial es uno de los motores de crecimiento económico que ya representa cerca del 1% del Producto Bruto Interno (PBI)

De otro lado, el pequeño sector del radicalismo ambiental, enquistado en Produce en colaboración con las ONG antipesqueras, han sufrido otro revés. Recordemos que hubo una campaña mediática para evitar que se inicie la primera temporada de pesca de anchoveta, anticipando la extinción de la especia marina. Sin embargo, fue todo lo contrario: el IMARPE abrió la primera temporada en junio pasado localizando más de 7 millones de toneladas métricas. De allí, el radicalismo atacó la “alta incidencia” de juveniles de anchoveta; no obstante, según el Produce solo se pescó el 1.3%, debajo del límite permitido que es 5%.

Si el ministro Giufra corrige los desatinos de la gestión pasada, entonces el sector pesquero industrial se fortalecerá, convirtiéndose en uno de los motores de crecimiento económica que necesita nuestro país.