Estatismo golpea a América Latina

Aumenta el número de pobres en la región

En el 2015 la economía mundial continuará creciendo y reduciendo pobreza. El Banco Mundial acaba de informar que este año la pobreza extrema se reducirá a solo el 10% en el planeta. El globo crecerá en alrededor del 3% y se destaca el crecimiento de 3% de Estados Unidos, de 1.5% en la zona Euro, de 0.6% en Japón, de 6.8% en China, de 7% en India y de más de 4% en África. Sin embargo las cenicientas que aumentarán pobreza son Brasil que se contraerá en 3% y Rusia que caerá en 3.8%.

No obstante el aceptable desempeño de los países de Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú), que crecerán por encima del 2.5%, y de los países centroamericanos, Latinoamérica entrará en recesión por las caídas de Brasil y Venezuela (-10%). El modelo de “diversificación industrial” sobre la base de burocracia estatal y al margen del libre comercio ha pulverizado las economías del Mercosur incrementando el número de pobres en la región.

Sin embargo sorprende la persistencia en el Perú en las propuestas que fracasan ante nuestros ojos. Los opositores al libre comercio y que plantean la llamada “diversificación industrial”, ¿no perciben la tragedia de brasileños y venezolanos?

Los economistas suelen señalar que, de alguna manera, la región está inmersa en la llamada “trampa de los ingresos medios”. Es decir, países que han abandonado la trampa de la pobreza, pero que no han alcanzado los ingresos per cápita del mundo desarrollado. Sin embargo por sus niveles de salario no pueden competir con los países más pobres en atraer inversiones. En otras palabras, el limbo del desarrollo.

Según el Banco Mundial solo 13 países de más de un centenar lograron escapar de la trampa de los ingresos medios desde los sesenta. Dos ejemplos mencionados: Singapur y Corea del Sur. Las claves del éxito: solución del déficit de infraestructuras, reforma educativa, predictibilidad institucional y la llamada “sustitución de exportaciones”. Es decir, un estado eficaz para insertarse en las grandes tendencias del comercio internacional.

En América Latina hemos contemplado la involución de Argentina por el peronismo, la caída de Brasil por el socialismo del PT y la tragedia de Venezuela por el chavismo. El denominador común del desastre: creer que el estado y la planificación pueden reemplazar al libre comercio. En la región es evidente que hay dos América Latina: la proteccionista y estatista y la que apuesta al comercio internacional.

En los países de la Alianza del Pacífico la tarea está a medio hacer. Se han eliminado los aranceles altos, se han ordenado las cuentas fiscales y la macroeconomía en medio de una consolidación de la democracia política. Sin embargo falta abordar la agenda de competitividad que le permitió a Singapur y Corea del Sur convertir al estado en el gran socio del mercado, la inversión privada, y el comercio internacional.

No obstante, los seguidores de Perón, de Lula y de Chávez utilizan la debacle del estado latinoamericano y el retraso de la agenda de competitividad para agitar en contra del mercado y el libre comercio.

En este contexto, el reto del desarrollo es doble en la región: no solo tenemos que superar la llamada trampa de ingresos medios mediante un shock radical de competitividad y reforma del estado, sino que tenemos la obligación de demostrar que todo esto es posible en democracia y libertad, a diferencia de las experiencias de los países del Sudeste Asiático.

Sin embargo, alcanzar el desarrollo en democracia solo será posible si desarrollamos una intensa lucha ideológica en contra de los programas y las ideas de la actual debacle en la región.