El Estado frena la agroindustria

Por su culpa la agroexportación dejó de crecer US$ 3,190 millones

La agroindustria es uno de los motores de crecimiento económico y reducción de pobreza más importantes que tiene nuestro país. En quince años el salto del sector ha sido sorprendente, pues ha crecido casi ¡diez veces! En el 2000 las exportaciones representaban solo alrededor de US$ 600 millones, en tanto que en el 2015 llegaron a US$ 5,300 millones. No obstante, para que nuestra agroindustria tenga mayor competitividad se necesita un Estado eficiente que invierta en infraestructura de riego, carreteras o servicios de agua. Así, por ejemplo, los retrasos en ejecución de las grandes obras de irrigación que tiene nuestro país han impedido hasta el momento que la agroexportación crezca en más de 3,190 millones de dólares.

En un último reporte presentado por funcionarios del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) se advierte que la ineficiencia en la capacidad de gestión de los principales proyectos de irrigación —Chavimochic, Majes Siguas II y Olmos— ha sido la principal causa en el retraso de la ejecución de los mencionados proyectos. El informe del BCR indica que si estas tres iniciativas entraran en producción conforme al plazo establecido (2016), las exportaciones agrícolas aumentarían alrededor de US$ 3,190 millones al año.

En el caso de Chavimochic —cuyo costo representa US$ 715 millones y que consiste en desviar las aguas del río Santa hacia los valles de Chao, Virú, Moche y Chicama—, el reporte del BCR indica que las negociaciones con los predios privados por donde pasarán los canales de irrigación aún no se han culminado. Además en mayo último el Consejo Regional de la Libertad, la unidad que ejecuta el proyecto, recién aprobó el endeudamiento externo con la Corporación Andina de Fomento (CAF) por US$ 153.8 millones.

Vale recordar que la aprobación del crédito externo esperó por más de seis meses en el Consejo. Con respecto al proyecto Olmos (450 millones de dólares), del mencionado informe se desprende que, si bien ya es una realidad, aún no se ha construido la vía asfaltada (35 km de carretera) que conecte al puerto de Paita. Así, cerca del 30% de cultivos frágiles —como el arándano y la uva— se pierden. En tanto, el informe del BCR demuestra que el retraso en la ejecución de Majes Siguas II se debe a que la construcción de la represa de Angostura (que irrigará las pampas de Siguas) se está demorando por “modificaciones técnicas” y porque el gobierno central no transfiere los 50 millones de dólares para las obras adicionales que no estuvieron contempladas en el perfil inicial del proyecto. Solo falta añadir que otro proyecto de irrigación volverá a su fase preliminar por conflictos entre las poblaciones de Puno y Moquegua. Se trata de la construcción de la represa de Paltiture (300 millones de soles) que de ejecutarse este año habría dotado de agua al Valle del Tambo y al proyecto minero Tía María, ambos en Arequipa.

Julio Velarde, titular del BCR, señaló que de ejecutarse Chavimochic, Majes Siguas II y Olmos el Perú tendría 140,000 nuevas hectáreas para la producción agroexportadora, mayores incluso que en el Valle Central de California en Estados Unidos, que tiene 60,000 hectáreas. El próximo gobierno 2016-2021 debe acelerar la ejecución de los referidos proyectos de irrigación para que nuestra agroindustria no pierda el paso y se afiance como un gran motor del crecimiento económico de nuestro país.