Antamina y la gestión del desarrollo local

El exitoso programa para fortalecer las capacidades de la gestión local

Uno de los  grandes problemas que ha tenido el Estado (en sus diferentes niveles: local, regional y nacional) es la efectividad y eficiencia del presupuesto público. Allí están los monumentos a la papa, al árbitro o piscinas gigantes en lugares donde falta agua potable para la población. Entre el 2005 y el 2012 la minería moderna, a través del canon, aportó más de S/. 5,000 millones a la región Ancash, además de S/. 200,000 como complemento del llamado Programa Minero de Solidaridad. No obstante, los avances del presupuesto y de la obra pública han sido todavía débiles en los distritos que recibieron más canon. Un indicador sería que  entre el 2007 y el 2010 solo se ha avanzado un 25%

En el 2014 la empresa minera Antamina, con el objetivo de mejorar la eficiencia de la gestión pública en los distritos donde tiene influencia directa e indirecta, diseñó un programa para fortalecer las capacidades de la gestión local, promover la institucionalidad en los espacios de participación ciudadana y empoderar a las organizaciones sociales de base. De alguna manera, Antamina ocupó el lugar de un Estado central. Solo en el primer año de iniciado el programa, once distritos (San Marcos, Huari, Huallanca, Valle Fortaleza, Huarmey, Chiquián, San Pedro de Chaná, Llata, Puños, Huarmey) que pertenecen al área de influencia directa e indirecta han sido los beneficiados con este programa, además de 50 organizaciones de base y 19 espacios de concertación social.

Las principales debilidades de los gobiernos locales (provinciales y distritales) han sido las pocas competencias para diseñar proyectos de inversión pública o planes de negocios para el desarrollo de la producción local. Allí es donde este programa ha enfocado todas sus actividades. Los indicadores hasta el momento aseguran el éxito del programa: siete municipalidades tienen desarrollada sus capacidades en gestión y diseño de inversiones, ocho municipalidades cuentan con capacidades para gestionar planes de negocio, once municipalidades cuentan con capacidades para promoción de la participación local y once ya pueden planificar y programar su presupuesto público.

Además se ha empoderado a las organizaciones sociales y civiles para que puedan vigilar y monitorear el avance del presupuesto público en los diferentes distritos. Así, hasta el momento 50 organizaciones ya cuentan con capacidades para planificar y para participar de forma efectiva en la elección de los presupuestos públicos. Además 70 organizaciones sociales ya cuentan con capacidades para la vigilancia de la gestión local.

Antamina tiene además otros programas de responsabilidad social exitosos, como el caso de Allin Mikuy (“buen comer” en quechua) que obtuvo premios en el 2010. En aquella ocasión la empresa minera hizo alianzas con diferentes organizaciones no gubernamentales para disminuir la desnutrición crónica en sus principales áreas de influencia. El resultado fue exitoso: se logró disminuir en 6.92% la prevalencia de la desnutrición crónica en niños y niñas menores de 36 meses, reduciéndola de 35.45% a 28.53%. La incidencia de diarrea aguda pasó de 24,30% a 16.69%. Y la lactancia materna exclusiva pasó de 75,58% a 86.96% de las madres participantes, incrementándose en 11.38%.  

Sin duda estamos ante uno de los más importantes programas de responsabilidad social de la minería moderna en nuestro país.