Agua, empresas y solidaridad

Se suspende producción de gaseosas para embotellar agua

Las lluvias y huaicos que que han causado 90 muertos, más de 120,000 damnificados, 742,000 afectados, 29,000 viviendas destruidas y que han destruido gran parte de la infraestructura nacional, también han colapsado los precarios sistemas de agua potable y desagüe de las ciudades de la costa norte del Perú.

Sorprendentemente, en el Perú, una potencia hídrica a nivel del planeta, falta agua porque las inversiones privadas en este sector —vital para la sociedad— son casi inexistentes. Sin embargo la solidaridad empresarial ante la falta de abastecimiento de agua ha sorprendido a tirios y troyanos. Otra clara demostración de que el capitalismo que genera prosperidad es el único sistema en que puede desatarse la solidaridad. Muchas empresas han renunciado a producir gaseosas para embotellar agua y abaratar la demanda masiva del líquido vital. Aplausos, pues.

El grupo Perú Cola, de la familia Panizo, ha incrementado en estos meses su producción de agua en sus plantas de embotellamiento en Lima y Pucallpa. Según declaraciones de Fernando Panizo Soler, gerente de Marketing, la demanda de agua se incrementó exponencialmente y ahora se solicitan desde cajas de 20 litros hasta botellas personales, lo que ha ocasionado que el consumo se triplique. En un mes normal de producción, la embotelladora vende un 50% de bebidas de fibra soluble —tales como gaseosas, jugos, etc.— y el otro 50% es agua embotellada. Hoy el 80% de las ventas es agua y 20% otros productos.

El Grupo AJE y Arca Continental Lindley, la embotelladora oficial de Coca Cola Company, también han priorizado la producción de agua. El Grupo AJE ha afirmado que incluso su planta de Guayaquil está abasteciendo al norte del país, mientras que la embotelladora de Lindley que puede cubrir parte de la demanda no se está abasteciendo debido al colapso de las carreteras en el norte. Cabe resaltar que estas empresas embotelladoras producen sesenta millones de cajas en promedio para la temporada de verano: 28% de agua y 72% otras bebidas. Hoy la producción de agua se ha incrementado considerablemente.

En el Norte (Trujillo), la empresa Cassinelli e Hijos ha suspendido la producción de gaseosas para dedicarse al 100% a embotellar agua. Presentaciones de 20, 7 y 2.5 litros son las que se venden más; pero están teniendo un problema de desabastecimiento de envases, los que son traídos de la capital. Sin embargo, consideran que el stock de sus almacenes les otorgará estabilidad hasta fin de mes. La Asociación de la Industria de Bebidas y Refrescos sin Alcohol (ABRESA) coopera con la mayoría de empresas embotelladoras para la producción de agua y ha felicitado el excelente trabajo que han desarrollado. Consideran que este plan de contingencia está funcionando bien, y esperan mayor apoyo para liberar las carreteras con el fin de reabastecer el agua envasada en las distintas zonas del país.

Al parecer, la solidaridad no solo existe a través de cámaras. Estas empresas embotelladoras mantienen un compromiso y cumplen con la responsabilidad social de apoyar al país en estos momentos difíciles. Pero necesitan ayuda inmediata del Ministerio de Transportes para seguir distribuyendo el líquido vital.

Algunos no querrán ver solidaridad, sino solo cálculo empresarial. Finalmente se produce más agua porque hay más demanda. La respuesta a esta mezquindad ideológica debería ser que una vez más el mercado funciona y desarrolla solidaridad: el incremento de la producción de agua embotellada satisface la demanda y evita que el precio suba. ¿Se imaginan qué sucedería sin empresas privadas que embotellen agua?