Periodismo y literatura

Cómo la pasión por el periodismo atrapó para siempre a dos grandes de la literatura

Hoy primero de octubre se celebra en el Perú el Día del Periodista, conmemorando el lanzamiento del Diario de Lima (dirigido por Jaime Bausate y Meza), el primer diario del Perú y de toda Hispanoamérica, realizado en 1790. Por esta fecha, aquí queremos destacar el fuerte vínculo que siempre ha existido entre periodismo y literatura.

Tanto periodistas como escritores deben tener una especial habilidad para el manejo de las palabras. Por eso, no sorprende que muchos periodistas experimentados terminen dando el salto a la literatura; o que la mayoría de jóvenes escritores acudan al periodismo como fuente de ingreso temporal mientras se hacen de un cierto prestigio literario. Una ilusión, pues el periodismo se convierte pronto en una pasión y ya no pueden abandonarlo, como lo demuestran los casos paradigmáticos de dos premios Nobel de Literatura: Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.

Vivir para contarla

A los 20 años de edad Gabriel García Márquez estudiaba, gracias a una beca, Derecho en la Universidad de Colombia (Bogotá). Esta situación duró poco, porque ciertos acontecimientos políticos (el “Bogotazo” de 1948) hicieron que la universidad se cerrara, por lo que el joven GGM tuvo que continuar sus estudios en la ciudad de Cartagena. Ya sin la beca, empezó a “recursearse” como reportero en el periódico El Heraldo de esa ciudad. Poco después GGM dejó la universidad para dedicarse al periodismo a tiempo completo. Así lo recuerda en su libro de memorias Vivir para contarla:

“Había desertado de la universidad el año anterior, con la ilusión temeraria de vivir del periodismo y la literatura sin necesidad de aprenderlos… Tenía muy claro que el periodismo no era mi oficio; pero Zapata Olivella insistió, contra mis razones, en que periodismo y literatura terminaban a la corta por ser lo mismo, y un vínculo con El Universal podría asegurarme dos destinos al mismo tiempo: resolverme la vida de una manera digna y útil, colocarme en un medio profesional que era por sí solo un oficio importante”.

Como se sabe, GGM se mantuvo muy vinculado al periodismo durante toda su vida. En 1974 fundó Alternativa, un diario que duró hasta 1980; y en 1994 creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), para que los jóvenes periodistas aprendieran con verdaderos maestros y para generar un nuevo estilo de periodismo.

Un periodista adolescente

Cuando todavía le faltaba un año para terminar la secundaria, Mario Vargas Llosa entró a trabajar, durante sus vacaciones escolares, como periodista en el diario La Crónica. La experiencia significó para él un temprano y deslumbrante ingreso al mundo de los adultos. Por eso decidió convertirse en periodista, como lo recuerda en el capítulo “Periodismo y bohemia” de su libro de memorias El pez en el agua:

“Al mes o mes y medio de estar trabajando en La Crónica, tuve una conversación con mi padre sobre mi porvenir. Conversamos en el comedor, con la solemnidad melodramática que a él le gustaba. Como siempre en su presencia, yo me sentía incómodo y desconfiado, y, un poco balbuceante, le dije que el periodismo era mi verdadera vocación. Me dedicaría a él luego de terminar el colegio. Pero, ya que estaba trabajando en La Crónica, ¿por qué no conservaba mi puesto mientras hacía el quinto de media? Podría trabajar y estudiar al mismo tiempo. Luego, entraría a la Universidad de San Marcos, y seguiría los cursos sin renunciar a La Crónica. Así, iría practicando mi profesión al mismo tiempo que estudiaba”.

A pesar de su vasta obra literaria (que abarca novelas y ensayos críticos), MVLL no ha dejado nunca el periodismo. Sus columnas de opinión son publicadas bajo el título de Piedra de Toque, un libro que ya va en su tercer volumen (1961-1983, 1984-1999, 200-2013). La columna sigue publicándose todos los domingos en los principales diarios del mundo de habla hispana.

 

(1 Oct 2014)