¿Yamila Osorio, la antiminera?

Días atrás, el reciente e inflado primer ministro, César Villanueva, quiso colocar su primera pica en Flandes y sostuvo que el nuevo Gobierno procuraría que el proyecto Tía María salga adelante. No obstante, las palabras de Villanueva fueron refutadas por la gobernadora de la región Arequipa, Yamila Osorio quien no tardó en “corregir” al nombrado premier y lo envió a “informarse de las cosas en la zona”.

No es la primera vez que Osorio tiene posiciones contradictorias con respecto a la ejecución del proyecto minero Tía María en Islay, que suelen descolocar a mejor colocado. Vale recordar que alguna vez la propia gobernadora sostuvo que Tía María “no era el único proyecto en Arequipa”. En otras palabras, la joven gobernadora afirmaba que el referido proyecto minero y sus US$ 1,500 millones en inversión no eran tan importantes para región.

Pero, como indicamos, a pesar del importante cargo que ostenta, Osorio suele colocarse de costado sobre el tema Tía María. No hay ningún solo acto o declaración en el que apoye la inversión de este proyecto, que podría generar empleos y el desarrollo de la economía local en el Valle del Tambo, hoy golpeada por una agricultura de baja competitividad.

Es cierto que Osorio coloca siempre delante el desarrollo y la ejecución de las represas (Paltuture por ejemplo) para mejorar la productividad y la competitividad del agro en la provincia de Islay. Sonaría a locura promover solo la minería y Tía María en una provincia que tiene fortalezas agrícolas. Pero, ¿quién dijo que no era posible la convivencia entre agro y minería?

Solo un fanático podría indicar que Tía María se ejecute a cualquier costo. Para que un proyecto minero como ese pueda desarrollarse en Islay es necesario el concurso de las autoridades de todos los ámbitos del Gobierno. Bueno, pues, ¿cuál es el papel de Osorio en toda la historia? Es obvio que la joven gobernadora no quiere agarrar la papa porque quema, pero su posición no convence a quienes están a favor del proyecto minero ni a quienes están en contra de Tía María. Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario.

A Gregorio Santos, por ejemplo, le han endilgado el término de “antiminero”; pero, cosa curiosa, Goyo acaba de proponer que las comunidades deben ser propietarias del subsuelo. Una medida radical si se le compara con, por ejemplo, el óbolo minero en el segundo gobierno aprista.

Entonces, ¿cuál es la propuesta de Osorio? ¿Qué ha propuesto el gobierno regional de Arequipa para colaborar junto al gobierno central, la población y la empresa? ¿Y cómo va la ejecución de la inversión y el presupuesto público durante su gestión? Se sabe, a través de medios de comunicación arequipeños, que Osorio colocó la primera piedra del proyecto Arma, un proyecto de irrigación que solo cuenta con S/ 10 millones de los S/ 254 millones que cuesta. Osorio quizá siga la tradición muy peruana de colocar “primeras piedras”. A ello debemos sumar que el promedio de inversión durante su gestión no pasa el 65%, según el Ministerio de Economía y Finanzas, mucho menor que del ex gobernador Juan Manuel Guillén.

Hoy, cuando todos los medios y analistas especializados hablan de posibles clusters minero en la región arequipeña, es necesaria la colaboración del gobierno regional y su joven autoridad. En tiempos de posverdad, Osorio podría pasar como una verdadera promotora de las inversiones, sobre todo de las inversiones mineras. No obstante, se coloca cerca de los “antimineros”.