Patricia Robinson

Y las propuestas… ¿para cuándo?

Y las propuestas… ¿para cuándo?
Patricia Robinson
16 de marzo del 2016

Candidatos aún no muestran sus cartas programáticas

Lo único cierto del proceso electoral en curso es su fecha. Ni siquiera podríamos afirmar con certeza cuántos de los que hoy son candidatos lo seguirán siendo para el día de la elección.

Las normas electorales y la volatilidad de las preferencias del elector nos muestran que nada es definitivo ni predecible: de semana a semana los escenarios cambian. Una semana un candidato es el favorito y a la semana siguiente ya no. Ningún candidato se puede sentir dueño de un porcentaje. Los resultados que las encuestas nos muestran reflejan el sentir del ciudadano en el momento en que le plantearon la pregunta, es la foto de ese instante, no la foto del día en que se publica el resultado ni la foto de los días posteriores en que los expertos, opinólogos y politólogos inician los análisis e interpretaciones de esos resultados.

Las #Elecciones2016, hasta hoy, se han enfocado en los procedimientos legales para inscribir, tachar, impugnar, excluir candidaturas, apelar fallos y en analizar las encuestas. Los resultados que las encuestadoras han presentado han sido de gusto para unos y de disgusto para otros y han sido objeto de críticas y denuncias, y todo esto nos ha desviado de lo que debe ser el centro de un proceso electoral: las propuestas.

Vivimos en un país donde las ‘instituciones’ no son instituciones. Donde los procesos para buscar justicia son engorrosos. Donde la policía que se encarga de proteger al ciudadano tiene efectivos delincuentes. Donde las comunidades campesinas sólo existen y son noticia cuando se mueren los nativos o se derrama el petróleo. Donde, en invierno, hay peruanos que pierden la vida y todo su medio de subsistencia debido al frío. Donde los pobres extremos que sufren alguna dolencia no tienen posibilidad de ser atendidos por un médico porque en sus alrededores no existe ni una sola posta médica. Donde hay comunidades nativas condenadas a padecer enfermedades que contraen a los días de nacer y no son prevenidas con vacunas porque éstas no  llegan a esos pueblos. Somos un país que sí, está creciendo, pero falta carácter y sensibilidad para mejor distribuir la riqueza. Ya consensuamos en lo económico (los últimos 20 años) ahora llegó el momento de consensuar en lo social. Y no es retórica.

En el próximo lustro cambiamos la forma de ver el Perú o habremos hecho todos los esfuerzos para que el bicentenario se estrene con un real antisistema, uno, que no acepte ‘hojas de ruta’.

Comencemos a escuchar las propuestas: quién nos garantiza que nuestros hijos no serán asesinados o violados saliendo del colegio o la universidad; qué reformas van a aplicar para que los juicios se desarrollen con equidad, en plazos razonables y sin coimas de por medio; quién nos asegura que ningún peruano más morirá de frío en Apurímac, Cusco, Huancavelica, Junín, y cómo lo va a hacer; quién se compromete a erradicar de la administración pública a los corruptos y a captar funcionarios honrados y eficaces; quién nos garantiza que no nos quitarán más espacios públicos; quién nos ofrece continuar con el desarrollo y que éste a la vez sea ordenado, planificado, equitativo, justo. Quiénes se comprometen a cambiar esas leyes que por un lado obligan a los partidos políticos a designar candidatos de manera democrática y por otro les permiten desembarcarlos de manera autoritaria. Quién apuesta por una ejecución eficiente y eficaz del presupuesto.

Necesitamos saber todo aquello que afectará a nuestro país y nuestras vidas. Necesitamos saber el qué y el cómo, y para escuchar las propuestas requerimos de menos ruidos, menos odios, menos violencia verbal. Déjennos escuchar. Sólo tenemos 25 días.

Patricia Robinson

Patricia Robinson
16 de marzo del 2016

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