Eduardo Zapata

Y las corvinas nadarán fritas, con su limón…

Y las corvinas nadarán fritas, con su limón…
Eduardo Zapata
07 de julio del 2016

Las irreales promesas y pautas publicitarias electorales

Una vieja canción del recordado compositor criollo Jorge Pérez —que parodiaba las ofertas que suelen hacer los candidatos en épocas electorales— tenía entre otras promesas que “las corvinas nadarán fritas con su limón”. Bastante de aquello ha ocurrido en el reciente proceso electoral presidencial. Dada la estrecha diferencia entre los dos finalistas, y con la finalidad de convencer a aquellos que no habían votado en primera vuelta por ellos, ambos candidatos terminaron finalmente tomando prestadas las ofertas hechas por quienes habían quedado descartados en la primera vuelta.

Así, a pesar de que los dos candidatos finalistas tenían más coincidencias que diferencias, la agenda de la llamada izquierda terminó por imponerse sobre las propuestas serias. Obvio, con el aplauso calculado y sistematizado —a favor de uno de los candidatos— de la llamada “concentración de medios”. Junto a aumentos de sueldos a diestra y siniestra, y al lado de alianzas electorales con grupos de dudosa reputación, en el fondo se ofrecía al electorado que “...las corvinas nadarán fritas, con su limón”.

Lo que debió ser, pues, una precisión para el 70% de las personas que votaron contra posiciones antimercado y hasta populistas, terminó por subsumirse en ofertas de ministerios, programas de dádivas sociales y demás concesiones populacheras destinadas a capturar a ese tercio electoral que había sido descartado en la primera vuelta.

Ignoro realmente cuál ha sido la pauta publicitaria del Gobierno Central planificada formalmente para estos dos últimos meses. Ignoro también si estaba prevista o no, o si se ha tratado de transferencias apresuradas de dinero. Acaso se trató de un inocente asunto de porcentajes de ejecución de gasto al mes de julio, pues había sectores —como salud y educación— que no habían alcanzado a gastar ni el 20% de lo presupuestado. Lo que sí es cierto es que estos dos últimos meses hemos visto en los medios más obras virtuales —y promesas para el futuro—, que el Gobierno se ha esmerado en publicitar superando en la práctica casi toda la inversión publicitaria que había realizado antes. Por momentos —para los mal pensados— daba la impresión de que hasta se trataba de pagar apoyo mediático a cambio de silencios ulteriores o de “invertir” para favorecer —adelantada e indirectamente— a alguno de los candidatos que entraban al balotaje.

Todo lo anterior —y más allá de las coyunturales simpatías del Gobierno por algún candidato en especial— nos debería llevar a la necesidad de que las llamadas comisiones de transferencia no se limiten a un recuento fantasmagórico de lo realizado y lo por realizar, pues eso podría caber hasta en la versión de algún presto escribidor de fantasía. Creo necesario decir aquí que esas comisiones deberían incluir serias auditorías internacionales por sectores, para que el gobierno entrante sepa en verdad cuál es el estado de cosas que recibe. A no ser que no le interese aquello, pues su tarea no supondrá evaluar,ni procesar prioridades, sino continuar inercialmente lo hecho, sin siquiera escrutar lo “bien hecho” y lo “mal hecho”. Y todo esto lo digo en aras de las tan mentadas transparencia y lucha contra la corrupción.

 

Eduardo E. Zapata Saldaña

 
Eduardo Zapata
07 de julio del 2016

NOTICIAS RELACIONADAS >

Pobrecitos los viejitos

Columnas

Pobrecitos los viejitos

Si usted anda en ese grupo etario al que se suele aludir como ´c...

17 de abril
Nuestros niños y su cerebro

Columnas

Nuestros niños y su cerebro

  En lo que se refiere específicamente a lo educativo, to...

11 de abril
Una joyita

Columnas

Una joyita

Resultó siendo públicamente una joya. Y de las de &acute...

04 de abril

COMENTARIOS