Jorge Morelli

Y ahora qué hacemos, Mario (VI)

Y ahora qué hacemos, Mario (VI)
Jorge Morelli
23 de julio del 2014

¿Por qué la oposición debería presidir el Congreso de la República?

Lo prudente es que la oposición presida el Congreso los dos años que quedan del gobierno humalista, porque es la garantía de la continuidad del modelo económico. De ganar el oficialismo, quien presida tendría que dirigir a una bancada de gobierno que ya ha exhibido públicamente sus divisiones internas no solo respecto de la candidatura a la Mesa Directiva, sino del propio modelo económico. Luego de la imposición autoritaria de una candidatura que no pudo ser votada democráticamente porque no habría ganado, la bancada del partido de gobierno estará en adelante permanentemente al borde del cisma. La Presidenta del partido no podrá controlar la fronda porque, con la imposición, su autoridad ha perdido la legitimidad. Poner la garantía del modelo económico sobre esos hombros es una imprudencia.

Peor aún, la crisis se ha extendido ahora al poder Ejecutivo. La desesperada necesidad de conseguir votos de otras bancadas para conservar la Mesa le ha costado la cabeza al quinto gabinete del gobierno conyugal. Estamos ahora ante el copamiento por Nadine Heredia del Premierato, la Presidencia del Congreso y la Presidencia del partido de gobierno. Nada bueno va a salir de semejante concentración de poder con el pretexto de defender el modelo económico. Para colmo, vienen tiempos difíciles. Por primera vez en quince años, nuestra democracia de baja gobernabilidad y sin equilibrio de poderes va a ser puesta a prueba por una economía en serios problemas. No habrá ya crecimientos de más de seis por ciento -como decía el gobierno con ligereza-, sino de menos de cuatro (si es que no hay una debacle a menos de tres). En el contexto de las elecciones regionales próximas, el frenazo de la economía será tema obligado de campaña. Y la búsqueda de chivos expiatorios estará a la orden del día. El discurso político que venderá la disidencia oficialista –junto a la izquierda radical en las regiones- es que la causa del problema es precisamente el modelo económico. Dirán que ha llegado la hora de cambiarlo, que ha fracasado la “hoja de ruta” y que abandonar la “gran transformación” fue una traición a los principios del nacionalismo. Ciertamente la “hoja de ruta” es un fracaso, porque el gobierno nunca asimiló las reformas que el modelo necesitaba para avanzar hacia el crecimiento estable. Se fue alejando mientras los tontos útiles seguían hablando del piloto automático y de la asombrosa indiferencia de la economía ante el ruido político. Hoy, la desorientación del humalismo finalmente le ha pasado la cuenta al país. Hasta el propio Nóbel ha abandonado hace ya tiempo a su gobierno a su suerte. Ante esto, lo que la Primera Dama-Presidenta del partido-Premier en la sombra-Presidenta inminente del Congreso puede hacer, si quiere servir al Perú, es renunciar a una concentración del poder en sus manos que va a llevar al país a una catástrofe, confiar en la oposición el objetivo compartido de defender la economía, y dejar la presidencia del Congreso en sus manos.

Por Jorge Morelli

Jorge Morelli
23 de julio del 2014

NOTICIAS RELACIONADAS >

El Perú da el ejemplo

Columnas

El Perú da el ejemplo

Vamos, es hora de avanzar. La primera presidente del Perú ha da...

21 de diciembre
Fallido clon de Evo

Columnas

Fallido clon de Evo

El autogolpe de Castillo del 7 de diciembre fracasó por una fal...

14 de diciembre
Cómplices en la hermosa mentira

Columnas

Cómplices en la hermosa mentira

Como hace 30 años, en 1992, el proyecto de ley del Presupuesto ...

30 de noviembre

COMENTARIOS