Jaime Chincha

Viajes de escándalo

Viajes de escándalo
Jaime Chincha
24 de abril del 2015

Una buena oportunidad para que el Legislativo aborde ley de partidos políticos. 

La denuncia de los congresistas "viajeros" indigna a cualquier ciudadano. Si bien un legislador es en sí mismo un político, resulta una pillería que utilicen recursos públicos para hacer proselitismo en sus viajes por el país. Y tal como se van conociendo a los responsables de este gasto nada ético, los fujimoristas no serían los únicos envueltos en el escándalo. Resulta una paradoja que la propia presidenta del congreso, Ana María Solórzano, esté comprometida en estos viajecitos al conocerse que se fue a Arequipa, sacando provecho de los dichosos "recursos ordinarios", durante la última Navidad. Y digo que sería todo un búmeran para la Solórzano pues, según gente muy enterada en los quehaceres y movidas de la jefa del Legislativo, esta denuncia habría salido de su oficina pues el periodista que la publicó es muy cercano a ella.

Lo que toca ahora, en bien de la precaria imagen congresal, es cortar por lo sano esta prerrogativa porque está demostrado que la utilizan indebidamente. La propia Solórzano debería impulsar la eliminación de esto que no tiene otro nombre que una vulgar gollería. Y sí, seguramente hay congresistas que hacen uso de estos recursos tal como lo dicta el reglamento. De ser así, serán esos representantes los que, por justicia, tendrán que justificar tales viajes y pedir probadamente el reembolso de lo gastado; solo si se hicieron en estricto uso del tan mentado (y hoy penosamente desacreditado) "viaje de representación". Desde la orilla del ciudadano, cabe preguntarse si para esto la Sunat estrangula a quienes, en odiosa minoría, nos consideramos contribuyentes de buena fe. ¿Para que estos legisladores, hoy en la condición de simples ganapanes, se forren los fondos públicos pidiendo votos en las regiones?

Este asunto bien podría gatillar, de una vez por todas, la tan postergada discusión de la ley de los partidos políticos. ¿Deben recibir estos partidos un financiamiento público? Yo creo que sí, porque al final dichas agrupaciones existen y son parte de nuestro sistema político. Por tanto, al gozar de una partida estatal, serán a su vez pasibles de un control ciudadano y fiscal. Asimismo ello hará que se ponga en blanco y negro el presupuesto con que los partidos, siempre de acuerdo a la representación que acrediten, se desenvuelven en la cosa pública y en cómo buscan el voto de sus potenciales electores.

Es una pena que el Congreso se vea envuelto en este escandalete cuando el lunes veremos al Gabinete Cateriano sustentar el pedido del voto de confianza ante el pleno. El premier llega fortalecido tras los diálogos que mantuvo con la oposición. Ya hemos dicho aquí que ha hecho bien Cateriano en devolverle al gobierno el principio de autoridad, debilitado en este quinquenio desde los lamentables sucesos de Conga. Sin embargo, hoy el reto del gobierno es sacar adelante Tía María. Desafortunadamente esta sustentación se produce cuando los antimineros sacuden el Valle del Tambo, dispuestos a tirarse abajo el más grande proyecto de inversión que podría exhibir este gobierno como uno de sus más importantes logros en materia económica.

Por otro lado, harían bien los congresistas, en vez de ensuciarse con más viajecitos, en alejar de una vez por todas los fantasmas de la disolución del Parlamento. Coinciden respetados constitucionalistas, como Enrique Bernales, que si el Gabinete Cateriano no consigue la confianza (algo improbable al día de hoy tras los diálogos del premier), este sería el primer equipo ministerial en ser rechazado por los congresistas. Como se sabe, la censura a Ana Jara fue a ella sola como jefa de Gabiente, mas no a los ministros que la secundaban (la prueba de ello es que casi todos repiten el plato hoy con Cateriano). Así que, disipadas las dudas del tan aireado cierre del Congreso, se espera un equipo ministerial capaz de fortalecer la economía y, principalmente, evitar que la pareja haga un festín con la plata estatal impulsando la campaña de Nadine Heredia al Congreso. ¿Se dan cuenta que entre los afanes palaciegos por vendernos a la primera dama y los fujimoristas viajeros,  no hay mucha diferencia?

Por Jaime Chincha Ravines
24 - Abr - 2015  

Jaime Chincha
24 de abril del 2015

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