Marco Sipán

Verónika decide morir

Verónika decide morir
Marco Sipán
18 de noviembre del 2016

Cada vez tiene menos posibilidades de ser candidata en el 2021

El congreso del Frente Amplio (FA) generó muchas expectativas. Se pensó en la consolidación del frente, la posibilidad de integrar a las fuerzas que participaron en la campaña electoral e institucionalizar los comités que se constituyeron en todo el país para apoyar la candidatura de Verónika Mendoza. Pero eso no sucedió. Al haber pasado mucho tiempo desde las elecciones, la emotividad de la gente entró en reflujo, y a eso se le sumó la ausencia de Tierra y Libertad (TyL) en el Congreso. Algunas fuerzas celebraban esta decisión, sin ser conscientes de que perdían a la única fuerza que contaba con la inscripción, requisito obligatorio para los próximos procesos.

La renuncia de más de cien militantes a TyL y el lanzamiento de una nueva organización política llamada Movimiento Nuevo Perú “por el trabajo, vida digna y democracia”, que recolectará firmas por Verónika Mendoza es el ocaso del FA. Hechos que hacen tambalear la futura candidatura de Verónika a la presidencia; porque la deja condicionada a la recolocación de más de dos millones de firmas para poder validar las 800,000 requeridas; además de mantener locales activos y la instalación de alrededor de 60 comités que, como sabemos, demandarán recursos económicos y una red nacional de operadores políticos con los que el flamante partido no cuenta.

Las consideraciones para esta decisión son ingenuas. Se parte de la idea que los múltiples comités de apoyo a la campaña de Verónika se convertirían mecánicamente en espacios del nuevo partido. Lo cual no es tanto así, pues los comités de apoyo locales nunca fueron homogéneos; en ellos participaron diferentes agrupaciones, en el caso de algunas regiones hasta más de diez organizaciones los conformaban. Organizaciones locales que compiten entre sí en las elecciones para gobiernos locales y que requieren también de sus propias inscripciones para su participación en dichos comicios. Siendo así las cosas, lo que nos dice la lógica política es que estas organizaciones optarán por canalizar sus fuerzas a la posibilidad más inmediata: gubernaturas, alcaldías y regidurías en el proceso electoral 2018, en el que Verónika no tiene mucho que ofrecer, sin organización inscripta.

En la constitución de este nuevo espacio político Verónika ha decidido caminar sola y se ha alejado de Patria Roja, el PC-Unidad, Fuerza Social y CxC (fuerzas que ahora recogen firmas por su propia cuenta). La expulsión de la mitad de los fundadores de Sembrar y la adhesión de los disidentes de TyL al Movimiento Nuevo Perú lo único que hacen es mostrar la inestabilidad de esta organización. Las decisiones que Verónika viene tomando le están quitando la posibilidad de presentarse en la arena política del 2021. Ella, o sus asesores más cercanos no han sabido capitalizar el gran respaldo que obtuvieron en las elecciones pasadas, lo cual puede pasarle una muy pesada factura.

 

Marco Sipán

 
Marco Sipán
18 de noviembre del 2016

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