Daniel Córdova

Ventajas y desventajas de las AFP

Ventajas y desventajas de las AFP
Daniel Córdova
11 de noviembre del 2015

Aportes para el debate en torno al sistema privado de pensiones

El acostumbrado desatino político del Superintendente de Banca, Seguros y AFP, Daniel Schydlowsky, en su tratamiento del ajuste de las tablas de mortalidad para el cálculo de las pensiones, ha puesto una vez más en una situación difícil a las AFP. Esto en pleno proceso electoral. Luis Valdivieso, Presidente de la Asociación de AFP, se enreda y no explica la cosa con sencillez. Tanto así que ni el Presidente del BCR, Julio Velarde, entiende qué está pasando.

El tema de las AFP es complejo y requiere ir a los fundamentos cada vez que se presenta algún cambio en ciernes. Una y otra vez hay que explicar sus ventajas y desventajas. Veamos.

Primera ventaja: el sistema de AFP es de capitalización individual. El sistema tradicional, que aún predomina en los países desarrollados y que está motivando su quiebra fiscal por el envejecimiento de la población, es de reparto. Todo se mete a una bolsa y se determina de manera discrecional cuánto le toca a cada jubilado. Con las AFP cada persona puede ver cuánto ahorra en el tiempo. Por eso es que se deben calcular las tablas de mortalidad, para estar seguros de que lo que ahorramos alcanzará para no quedarnos sin pensión cuando seamos viejitos.

Segunda ventaja: el sistema de AFP es administrado por privados y supervisado por el Estado. Actualmente gran parte de las pensiones que paga la ONP las tiene que asumir el Estado con recursos de los impuestos de todos los peruanos. No con lo que proviene de la cotización pasada de los jubilados. Si el sistema estatal peruano, que explica cerca de la mitad de afiliados y más de un tercio de cotizantes, hubiese sido de capitalización individual, no tendríamos que subsidiar a una minoría “privilegiada” que recibe una pensión del Estado. Además, hay que reconocer que los gestores de inversión que trabajan para las AFP son lo mejor del mercado. No sabemos si es el caso de los gestores de fondos de la ONP, que además están más restringidos para diversificar sus inversiones.

Primera desventaja: el costo de administración. Sin duda aún hay espacio de reducción. Las AFP son una suerte de cartel monopólico. Tienen clientes obligados por ley a “comprarles” el servicio de administración de fondos. No hay posibilidad de competencia real ya que las barreras de entrada son muy altas. La administración de fondos para jubilación debería ser más abierta, aunque siempre regulada para evitar estafas e irresponsabilidades. De esta manera, se podrían reducir los costos y ampliar el “menú” de opciones según cada aportante.

Segunda desventaja: su carácter obligatorio. Este es el debate de base. Los liberales sostienen que el paternalismo de imponer por ley el ahorro para la jubilación es una restricción a los derechos de propiedad. La legislación actual se basa en la lógica del Estado protector que considera que es inconveniente dejar a ciudadanos poco informados la responsabilidad de manejar su dinero. “Yo quiero mi plata”, dijo una aportante, con su cuenta en mano, en un reportaje dominical. Y no le falta razón.

Como no hay ningún candidato liberal para las próximas elecciones, el debate sobre las AFP no cuestionará el carácter obligatorio de los aportes. El terreno está entonces servido para una reforma que termine con el cartel monopólico privado y, ojalá, también con el sistema estatal de reparto.

Por: Daniel Córdova

Daniel Córdova
11 de noviembre del 2015

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