Diethell Columbus

¿VENDETTA POR CHINCHERO?

¿VENDETTA POR CHINCHERO?
Diethell Columbus
30 de mayo del 2017

Reflexiones sobre las denuncias contra Alarcón

En política no existen las coincidencias como bien se dice y al parecer el “linchamiento” del Contralor General de la República es prueba de ello. A priori debo señalar que no pretendo defender al señor Alarcón, pues considero que debe rendir cuentas por las graves acusaciones que pesan sobre él, empero, tampoco se puede pasar por alto el hecho que los “fierros” del Contralor Alarcón no son una novedad.

Si hacemos el mínimo esfuerzo de googlear notas periodísticas relacionadas al actual titular de la Contraloría General de la República, encontraremos que en setiembre de 2016 el semanario Hildebrandt en sus 13, el diario La República, así como la revista Caretas, denunciaron la comisión de presuntas irregularidades respecto del actual Contralor. Las denuncias advertían que se había detectado un negocio familiar de compra y venta de vehículos usados cuyos capitales no habrían sido declarados en su momento por el que hoy se desempeña como el máximo auditor el Estado. Esta situación, por lo menos, debió generar algún tipo de alerta ¿no creen?

Como podemos advertir de las notas periodísticas referidas (pueden leerlas dándole click a los hipervínculos), desde hace nueve meses aproximadamente se hizo público el negocio de los “fierros” del Contralor y su familia, así como las presuntas infracciones en las que éste habría incurrido. Sin embargo, por aquel entonces a nadie pareció importarle el tema (quizá para nuestra clase política no era nada preocupante) y tampoco recuerdo que se haya emitido un comunicado precisando que se iniciaría una investigación penal de oficio en su contra.

Entonces ¿Qué cambió de setiembre de 2016 a mayo de 2017? La respuesta podría ser: CHINCHERO.

No podemos negar que para la administración PPKausa resulta una muy oportuna coincidencia que justo ahora se cuestione la idoneidad del Contralor Alarcón e indirectamente el contenido del informe que dejó sin piso a la adenda suscrita con Kuntur Wasi (reitero que los informes de la Contraloría no son vinculantes). Al margen de esta fundada suspicacia, corresponde que la Comisión Permanente del Congreso de la República se pronuncie conforme a ley si procede el pedido de cese del señor Edgar Alarcón, pues la imagen del titular de una institución como la Contraloría General de la República no puede estar en entredichos de esta naturaleza, todo esto sin perjuicio de la investigación fiscal que ya está en curso.

Finalmente y bajo el hipotético escenario que nuestro Parlamento decida remover del cargo al actual Contralor General de la República por las razones que fuera, cabe preguntarnos: ¿A quién propondría el jefe de Estado para este puesto? ¿Creen que los grupos parlamentarios ratificarían al candidato del Gobierno? ¿El Ppkausismo pedirá la reconsideración del informe Chinchero en el supuesto de tener un nuevo Contralor? ¿Sobre qué versan los informes de auditoría relacionados a los ministros Martens y Trujillo y que fueron mencionados este fin de semana?

Al parecer esta novela tiene para rato, pero debe quedarnos en claro que el cambio del Contralor General de la República no solucionará los problemas estructurales de este Gobierno, pues su principal escollo no es el ente nacional de control o nuestra representación nacional, sino su forma atolondrada de gestionar el Estado. Basta con leer la última encuesta de GfK para darnos cuenta quienes están fallando.

Por: Diethell Columbus

Diethell Columbus
30 de mayo del 2017

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