Mario Saldaña

Velitas al “destrabe”

Velitas al “destrabe”
Mario Saldaña
08 de diciembre del 2016

Para la reactivación de la inversión privada en el corto plazo

Las presentaciones de los ministros Thorne, Vizcarra y Giuffra en la última CADE de Paracas tuvieron un denominador común: la clara apuesta del Gobierno por la eliminación de trabas, la reducción de complicaciones contractuales/administrativas y la lucha contra el exceso de burocracia, como la principal (y acaso única posibilidad real) de reactivar la inversión privada en los siguientes meses.

Me atrevería a pensar que incluso los esfuerzos que se planean por el lado fiscal (como la debatida eliminación del punto del IGV o los cambios en materia de Impuesto a la Renta para empresas y personas), si bien pueden liberar recursos a la economía de las personas, tienen efectos en el mediano plazo y no en lo inmediato. Mucho más efectivo puede terminar siendo “destrabar” y acelerar proyectos de obra pública —sobre todo en el interior— por la dinámica que ello supone (el impacto en el empleo, la cadena virtuosa de servicios directos e indirectos y en el consumo), que la mayor cantidad de dinero que pondría en el bolsillo de la gente el tener que pagar menos impuestos.

Pero el grueso de las expectativas, qué duda cabe, está en empezar a mover la rueda (aún parada) de esos US$ 18,000 millones de proyectos privados. Y en este tema en particular el menú es variado, aunque hay “casos emblemáticos”; por ejemplo, la segunda pista del aeropuerto Jorge Chávez, la Línea 2 del Metro y el aeropuerto de Chincheros. En todos ellos se suman todos los males: contratos de concesión mal diseñados, costos financieros mal estimados, adendas de renegociación inacabables e impactos sociales (urbanos o rurales) cuyo alcance se ubica en la dimensión desconocida. Súmese reguladores en conflicto con supervisores, y éstos en conflicto con los contratistas y los concesionarios. Un arroz con mango por donde se le mire. Como si Kafka si hubiera apoderado de varias mentes afiebradas

De otro lado, en el rubro industrias extractivas (básicamente minería e hidrocarburos) todas las oraciones están puestas en que los conflictos sociales no se desborden cual huayco en el caso de Las Bambas, y que los nuevos proyectos terminen de ver la luz (Galleno, Pampa del Pongo, Shahuindo, Anabi y las ampliaciones de Cerro Verde, Milpo y Southern). Aquí es donde el propio Presidente PPK ha sido enfático y ha instado a su ministro Tamayo y a la PCM a no quedarse a esperar un acto de fe, sino a (proactivamente) plantear el esquema del “adelanto social” como una forma de incorporar en los beneficios de los proyectos —y desde el principio—, a las comunidades de las zonas de influencia.

Por donde se le mire, la vía del destrabe supone adoptar una visión política macro sin olvidar los criterios técnicos. Planteándolo de otra forma, hoy más que nunca la reactivación de la economía necesita de su hermana la política para echarse andar. Si en el Gobierno tienen muy clara esta premisa y este enfoque (las actuaciones de los ministros Vizcarra, Pérez Tello y Hernández en torno a Las Bambas así lo indicarían), es de esperar que las soluciones sean, además de prontas, efectivas y sostenibles.

 

Por: Mario Saldaña C.

@msaldanac

 
Mario Saldaña
08 de diciembre del 2016

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