Giovanna Priale

Unos cuantos peruanos juntos en el extranjero

Unos cuantos peruanos juntos en el extranjero
Giovanna Priale
17 de febrero del 2017

Peruanos que migraron para mejorar su situación económica

Hace unos días, en un aeropuerto nos encontramos cuatro peruanos que habíamos perdido el vuelo. Dos de ellos radicaban hace muchos años en Europa, mientras que los otros dos vivíamos en Perú; uno estaba de viaje por trabajo, por unos días, y otro había estado desempeñándose en un restaurante como chef.

Hablamos de muchísimos temas, algunos claves para la revolución pacífica que busca promover la inclusión social propuesta por el actual gobierno. El primer gran tema fue salud. Como sabemos, en Europa si eres formal y pagas impuestos, tienes derecho a ser atendido en un centro de salud; y si tienes que pagar algo, esto no supera en promedio los cinco euros. Para lograr que el sistema funcione se requiere un buen financiamiento y una excelente gestión. Así, en el primer caso, a pesar de que existen ilegales y desempleo, cerca del 70% de la población tributa y las tasas de impuestos se ubican en promedio en el 35%. Mientras que en el segundo caso, existen cámaras en los hospitales que graban la atención que recibe, por ejemplo, un paciente que se está dializando. De esa manera, en el caso de enfermedades cuya atención es clave, y en las que el paciente se encuentra “débil” y existe asimetría potencial en la información y en el trato, se reduce esta posibilidad a través de este monitoreo cercano, el que se traduce en sanciones eficaces para aquellos médicos o enfermeras que no cumplen su trabajo con la debida diligencia.

El segundo punto de discusión fue la vivienda y su costo. Es cierto que en Europa los sueldos promedio son cuatro a cinco veces mayores que los de América Latina, pero el costo de vida es también mucho más alto. De manera que es posible que, a pesar de haber trabajado por más de veinte años, sigas viviendo en una habitación alquilada, porque el salario de un trabajador de baja calificación suele ser suficiente solo para vivir. En estos casos, tomar un crédito hipotecario para adquirir una pequeña propiedad puede suponer hasta un 40% del ingreso neto, y a veces resulta imposible mantener a una familia bajo condiciones tan estrictas de liquidez. Aquí sí nosotros aún tenemos ventajas que podemos aprovechar. La población de Perú aún es joven y tenemos un bono demográfico que nos permite contar con población en edad de trabajar que enfrenta costos de vida razonables, de manera que pueden formar una familia, tener hijos y adquirir una vivienda. Esa realidad nos da la posibilidad de seguir contribuyendo al crecimiento del PBI. Pero se trata de fortalecer nuestras capacidades para que el ingreso per cápita se incremente y nuestra competitividad frente al resto del mundo también se incrementen.

El tercer punto fue el de las pensiones. Para gozar de una pensión en Europa ahora existen un conjunto de distintas alternativas. Así, además del pago que un trabajador recibe del Estado —para el que, en promedio, debe contar con cuarenta años de aportaciones— se han desarrollado opciones complementarias y otras voluntarias, en las que los trabajadores, empleadores y Estado pueden realizar aportes adicionales, a fin de que la pensión suba y alcance el 60% del sueldo neto, antes de jubilarse. De nuestros dos compatriotas que viven en Europa hace más de veinte años, ninguno recibirá pensión porque no alcanzan los cuarenta años de aportación.

Diversas reflexiones son las que obtuve ese día, así como unas profundas ganas de mejorar las cosas en mi país. Claro, vivimos en un mundo globalizado y cada uno es libre de migrar por mejores condiciones de vida; pero da rabia que tengamos que irnos porque aquí conseguir empleo es difícil, así como ganar más que el sueldo mínimo. Por eso muchos tienen el sueño de migrar para mejorar, lo que supone un gran sacrificio y a veces la imposibilidad de regresar. Nos falta aún mucho por hacer y parece que algunos funcionarios públicos no terminan de entender que la función pública supone servicio al país, aunque ellos solo siguen sirviéndose de él. Este tema lo desarrollaré en una siguiente columna.

Por Giovanna Prialé Reyes
Giovanna Priale
17 de febrero del 2017

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