Jorge Morelli

Una política monetaria global

Una política monetaria global
Jorge Morelli
07 de octubre del 2015

Sobre la reciente decisión de EEUU de no subir sus tasas de interés

El banco central de EEUU no necesita subir la tasa de interés porque ninguna inflación amenaza a su economía.

Hacerlo pondría, en cambio, a las economías emergentes de nuevo ante el abismo de una devaluación de sus monedas por ninguna buena razón.

Según estimaciones del Banco Mundial, la pobreza a nivel global puede haberse reducido de 29 por ciento en 1999 a 14 por ciento en 2011 y a 9.6 por ciento en 2015. Claro está que aún son más de 700 millones de personas, pero eran 1,700 millones hace 15 años. ¿Qué sucedió en el camino que marcó un cambio tan grande? El colapso de la burbuja global de 2008.

A consecuencia de ese colapso los capitales globales migraron de los mercados financieros intoxicados por papeles sin respaldo a las economías emergentes del mundo, y promovieron su crecimiento de manera nunca vista antes. Eso –y no los programas sociales- es lo que redujo la pobreza espectacularmente.

La desaceleración de China –que hoy arrastra consigo a buena parte de las economías emergentes- es la consecuencia del giro de la política monetaria de EEUU, que anunció primero que elevaría la tasa de interés en junio pasado para luego postergar el alza a setiembre y volver a postergarla después para diciembre.

Mejor haría la FED en aprovechar la Junta del BM/FMI en Lima para anunciar una revisión de la política como tal en lugar de anunciar por tercera vez una postergación del alza para el 2016. Si no hay inflación en EEUU, ¿por qué subir la tasa de interés?  

La revisión de la política, en cambio, permitiría que los capitales globales, en lugar de protagonizar una atropellada estampida de vuelta a los mercados financieros desarrollados, encontraran un punto de equilibrio con las emergentes. El capital necesita invertir en las economías emergentes, en bienes que aún carecen de papeles pero pueden tenerlos, en lugar de volver en tropel a los mercados desarrolladas a saturarlos de papeles sin respaldo de bienes hasta provocar otro colapso global.

Fue Hernando de Soto quien señaló la paradoja de los papeles sin bienes en las economías desarrolladas y los bienes sin papeles en las emergentes. Son las dos caras de la misma moneda. Hoy es necesaria una sola política monetaria global.

Evidentemente, hay un componente político en esa decisión. Pero esa es la clase de liderazgo que las economías emergentes esperan de EEUU. Bien visto, no es sino lo mismo que hizo en Bretton Woods 70 años atrás, y es el mejor legado no tanto de John Keynes, sino de Franklin D. Roosevelt.

Por: Jorge Morelli (@jorgemorelli1)

Jorge Morelli
07 de octubre del 2015

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