Luis Cáceres Álvarez

Una fiesta de historias para mentes curiosas

Una fiesta de historias para mentes curiosas
Luis Cáceres Álvarez
07 de octubre del 2016

Colombia celebró el Festival Gabriel García Márquez de Periodismo del 29 de setiembre hasta el 1 de octubre.

Hace una semana Medellín —la ciudad más innovadora del mundo, ubicada en Colombia— abrió las puertas de su Jardín Botánico para la realización del Festival Gabriel García Márquez de Periodismo. Desde el 29 de setiembre 86 periodistas de 20 países se reunieron para compartir las últimas actualizaciones de la profesión en 42 actividades gratuitas, y también premiar a los mejores trabajos de textos, imágenes, cobertura e innovación periodística de Iberoamérica. El festival incluyó una exposición fotográfica sobre la ruta de los refugiados que intentan llegar a Europa y cerró el 1 de octubre con un concierto de Natalia Lafourcade.

Siempre es importante mantener contacto con los colegas de otros países, apreciar la construcción colaborativa del conocimiento mediante talleres —en los que se cincelan los ejemplos de lo que significa el arte de informar— y coordinar acciones para que nuestras sociedades vivan mejor y más informadas, al mismo tiempo que se construye y ejerce ciudadanía. Por ello, Gabriel García Márquez, su hermano Jaime García Márquez y Jaime Abello Banfi crearon la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) en 1994. La institución forma, inspira y brinda oportunidades laborales a jóvenes periodistas de los medios de comunicación en español y portugués. Desde el año 2013 existe el #FestivalGabo para ayudar a forjar una visión abarcadora y coherente sobre temas importantes en torno al periodismo, y también para honrar el legado del nobel colombiano.

Periodistas como Martin Baron (USA), director de Washington Post, quien en el 2000 lideró la investigación que quince años después inspiró la película Spotlight; Miguel Ángel Bastenier (España), columnista del diario El País; los cronistas Jon Lee Anderson (USA), Martín Caparrós (Argentina) y Alberto Salcedo Ramos (Colombia); la fotorreportera de The New York Times Adriana Zehbrauskas (Brasil) y el crítico musical Diego Fischerman (Argentina), entre otros, se dieron cita en la cuarta edición de este festival. Hubo conversatorios y entrevistas sobre cómo narrar la violencia y la búsqueda de paz. Para estos temas se contó con la presencia del ex presidente Belisario Betancur y con el testimonio del portal http://www.elfaro.net/ (El Salvador). También se recordaron los veinte años de publicación del libro Noticia de un secuestro, del propio García Márquez, con la asistencia de Maruja Pachón, una de sus protagonistas.

El Perú no podía estar fuera del cúmulo de estrellas en el país hermano, participando en todas las actividades porque “resulta inútil, e incluso contraproducente, resistirse a los inevitables cambios en nuestra profesión” como diría Martin Baron en el discurso inaugural. Por ello, quienes presidieron la delegación peruana fueron Milagros Salazar y su equipo de http://convoca.pe/, finalistas en la categoría “innovación” con el trabajo “Excesos sin castigo”, donde construyen, analizan y usan bases de datos sobre las responsabilidades socio-ambientales de la industria minera y petrolera en nuestro país. Sin embargo, no se llevó el galardón, “la escultura de un teclado”; pero sí el recuerdo de estar junto a los grandes. Es cuestión de seguir destapando problemas con mucha paciencia y mucho rigor.

Lo más cercano que tiene el Perú al Premio Gabo, pero sin llegar a ser un festival, es su Gran Premio Nacional de Periodismo, organizado por el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) desde diciembre del 2014; un certamen en el que participan periodistas y medios de comunicación de cualquier lugar y nivel económico. No obstante, los organizadores esperan que estos premios se conviertan en una institución. Y eso es lo que falta: una institución que respalde y atraiga diversos paneles, conversatorios y talleristas periodísticos de todo el mundo. Y que se reconozcan a otros colegas y regiones del Perú, apoyando la descentralización, como lo hizo el Hay Festival Arequipa 2015.

Una buena propuesta es establecer alianzas entre las corporaciones y universidades públicas y privadas para respaldar aquellos días de aprendizaje. Hacer honor a “maestros y maestras” poco conocidos del oficio, difundiendo sus trabajos del siglo XX, y fortalecer la memoria colectiva. Por otra parte, organizaciones como el Colegio de Periodistas del Perú podrían llevar a buen puerto esta iniciativa. Sin embargo, aún se espera la exposición fotográfica del reconocido fotorreportero Carlos “El Chino” Domínguez, prometida en la conmemoración de los cinco años de su fallecimiento. El decano Max Obregón Rossi propuso conversar con la Universidad Alas Peruanas (UAP) para utilizar las imágenes, ya que la institución mantiene los derechos del gran archivo visual de Domínguez. 

También resulta necesario promover publicaciones sobre periodismo como La palabra del Chivo. Crónicas memorables (2015) de Humberto Castillo Anselmi, editado por G7 consultores e impreso por la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP). En fin, falta recorrer mucho camino para contar con un evento que iguale la magia del colombiano. Según Baron, “No podemos quedarnos atrás. Tenemos que ser líderes. Si nos quedamos tecnológicamente rezagados, seremos perdedores. (…) Sin buenas ideas para convertirlas en historias, sin reportear bien esas historias, sin escribirlas bien, sin desempeñarnos al máximo nivel en todos los aspectos, no seremos exitosos”. Oído a la música.

Por: Luis Cáceres Álvarez

Luis Cáceres Álvarez
07 de octubre del 2016

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