Juan Carlos Valdivia

Un reto grande para el presidente Vizcarra

La oportunidad de hacer la gran reforma del sistema de justicia

Un reto grande para el presidente Vizcarra
Juan Carlos Valdivia
24 de julio del 2018

 

La crisis generada por los audios que involucran a funcionarios del sistema judicial peruano sigue el camino de toda denuncia: pierde importancia por el paso del tiempo y por la abundancia de información de diferente calidad; y además ha entrado en la torpe polarización entre fujimoristas y caviares, en la que la verdad no interesa, sino solo los intereses políticos.

Como lo hemos señalado aquí, el asunto es más grave de lo que parece. La corrupción ha tomado por asalto el aparato estatal. El presidente Vizcarra cree que el asunto se limita al Poder Judicial y el Consejo Nacional de la Magistratura; pero la corrupción, como lo hemos visto, está en los gobiernos regionales y alcaldías, en la tecnocracia más reputada (como la del MEF), en la ONPE y en el SIS. Ahí donde pongamos el dedo, saltará la pus de la corrupción estatal.

Iniciar una reforma en el sistema de nominación de jueces probablemente sea solo cambiar mocos por babas. Hay que enfrentar la corrupción con firmeza y sin retrocesos, con sanciones prontas y duras a los corruptos y a los corruptores, sea el nivel del Estado en el que actúen. También usar las tecnologías para transparentar la acción de los funcionarios, hacer públicas agendas de todos los empleados del Estado, prepublicar normas con efecto económico y tener plataformas amigables.

Al presidente Vizcarra, luego de que afirmara que los tres años de gobierno eran poco tiempo y que no apostaría por grandes reformas, el destino le ha presentado la oportunidad de hacer la gran reforma del sistema de justicia, con una estrategia y una plataforma de acciones concretas en la guerra contra la corrupción. Pero el presidente Vizcarra necesita tener una visión integral. No basta la mirada oenegistica, hay que conseguir soporte de la cooperación internacional para diseñar las propuestas, bebiendo de las experiencias exitosas en el mundo.

Lamentablemente, pareciera que Martín Vizcarra le rehuyera al reto que el destino le ha planteado. Tanto así que se ha demorado una semana en conseguir un nuevo ministro de Justicia, logrando uno sin muchas luces y con una profunda vocación por las cámaras. Era el momento de buscar un director para la reforma de la justicia y terminó consiguiendo alguien que enredará las propuestas por su falta de claridad.

Las limitaciones que se autoimpone el presidente Vizcarra son las que generan esa sensación de debilidad. Debería comprender que la historia del Perú le ha puesto un reto enorme al que no tendría que quitarle el cuerpo. No debe limitarse a buscar una solución a la crisis judicial. Debe tener la ambición de derrotar a la corrupción, si no ella lo derrotaré. Estamos advertidos.

 

Juan Carlos Valdivia
24 de julio del 2018

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