Un Minero Americano en Perú

Sobre el libro de Charles Preble y la minería

Chuck Preble es el autor del libro “Un Minero Americano en Perú, una lección de paciencia y perseverancia”. En circunstancias en que el crecimiento de la economía ha disminuido significativamente, resulta importante leer las reflexiones de este ingeniero de minas norteamericano, quien  apreció cómo un país que tenía un desarrollo relativo superior al de Corea del Sur en 1961, optó erróneamente  por políticas que determinaron su estancamiento, empobrecimiento y su posterior reencuentro con la economía mundial.

Como ingeniero Preble, trabajó por más de 35 años en una de las principales empresas productoras de cobre del país. Las responsabilidades que asumió durante su trayectoria profesional lo convirtieron en su presidente.  Desde dicha posición privilegiada, no exenta de riesgos, pudo mirar de cerca  las políticas implementadas por seis administraciones gubernamentales de diferente orientación ideológica, así como las consecuencias de la aplicación de cada una de ellas.

Estando ad portas de un nuevo proceso electoral, en el que elegiremos a nuestras próximas autoridades, resulta relevante nutrirnos de una visión menos apasionada aunque cercana a la realidad nacional y al futuro del Perú.

Preble tiene varios motivos para preocuparse por nuestro país.  Se encuentra casado con una  dama arequipeña y su vinculación se vio reforzada porque sus dos hijos son peruanos.  “Un Minero Americano en Perú” es un relato facundo de las consecuencias de las medidas económicas que se decidieron en el primer gobierno de Fernando Belaunde, entre el 28 de  julio de 1963 y el golpe del 3 de octubre de 1968, encabezado por el general  Juan Velasco  Alvarado.  La suscripción del contrato Cuajone con un gobierno que había dado inicio a una serie de expropiaciones de industrias extractivas –petroleras y mineras-; posteriormente, ocupó las haciendas desalojando a sus propietarios y prosiguió hasta la toma de los medios de comunicación para controlar la información que se propalaba a la población.

El entusiasmo inicial de algunos empresarios locales por la implementación de políticas  proteccionistas -que limitaban el ingreso de productos importados- hizo que el país creciera de manera artificial hasta que las reservas se agotaron y la economía se resintió.

En 1975, el general Francisco Morales Bermúdez asume el poder e inicia el retorno a la democracia con la convocatoria a una Asamblea Constituyente en 1978. Fue un período de gran agitación política y profunda crisis económica. En 1980,  Fernando Belaunde Terry retorna a la presidencia tras ganar los comicios.  Las reformas que implementadas no fueron suficientes y en 1985, un joven Alan García Pérez, representante del partido aprista, llega al poder con una alta votación.  Las políticas heterodoxas en lo económico convirtieron al Perú en una nación inelegible por organismos financieros internacionales. La inflación alcanzó niveles nunca antes registrados en la historia del país. Es desabastecimiento, el terrorismo  y el empobrecimiento se agudizaron.

En 1990, contra todo pronóstico,  Alberto Fujimori Fujimori ganó las elecciones con un programa de gobierno diferente del que ejecutó.  Por fortuna, la coherencia de las medidas económicas adoptadas dio resultados excelentes, contó con el respaldo de la población en gran parte de sus diez años de gobierno y desarticuló y extinguió a los grupos terroristas.

No obstante, diremos que más allá de los cuestionamientos y errores que se presentan en todos los gobiernos, de las políticas adoptadas por cada administración, lo importante es definir el horizonte y hacia dónde enrumbarse.

Leamos con gusto y satisfacción esta “lección de paciencia y perseverancia” que nos entrega Chuck (Charles G. Preble).

Por: Guillermo Vidalón del Pino