Un discurso a tu medida

Expectativas sobre el discurso presidencial de 28 de julio

Se acerca el 28 de julio y, como todos los años, los peruanos estamos expectantes del discurso de nuestro presidente, que creemos que incluirán esas líneas maestras de dirección que requiere el país para que la maquinaria de la inversión, el crecimiento, la lucha contra la delincuencia y el terrorismo, nos permitan renovar nuestra esperanza en el Perú. Con ello el país será algún día —por qué no, el 2021— parte de la OECD, de ese club de países en los que los ciudadanos cuentan —a pesar de las dificultades fiscales— con iguales oportunidades y en los que la movilidad social no depende de los ingresos de un hogar o padre de familia.

Nuestro presidente es un hombre pragmático, acostumbrado a los retos y al trabajo perseverante y dedicado con el fin de conseguir, paso a paso, las metas propuestas. Resulta evidente que no es dable que el 70% de la PEA trabaje en la informalidad; y que hoy ya el ministro de Economía ha lanzado un paquete reactivador, con miras a dinamizar la economía.

Está claro que la primera tarea de política fiscal incluye una reforma de la reforma tributaria, con el fin de incrementar la recaudación a través de los incentivos adecuados. Si se compara el periodo enero-junio 2017 con el mismo periodo del año previo, se aprecia una caída del 7.4% en los ingresos impositivos. La recaudación es el flujo de caja con el que cuenta el gobierno para financiar el gasto y la inversión pública, sin sobre endeudarse o terminar de gastarse todo lo ahorrado.

La segunda tarea radica en procurar la eficiencia y transparencia en el gasto público, y aquí resulta indispensable un ordenamiento de corto versus largo plazo. En el corto plazo es evidente que el gasto en consumo de los hogares —que incluye el desarrollo de programas temporales de empleo— es urgente para aliviar las necesidades de pobreza de corto plazo, incrementadas por los desastres naturales y la paralización de las obras de infraestructura por los temas de corrupción. Pero lo realmente vital es construir el escenario de largo plazo en el que la inversión privada, nacional y extranjera, ingrese con fuerza al país. Y para ello se requiere demostrar al resto del mundo, además de estabilidad macroeconómica, un marco jurídico estable, una Contraloría autónoma y eficiente, y una Proinversión ejecutiva y moderna.

Es por ello que la reunión del presidente con la lideresa de Fuerza Popular resulta clave. Se trata de trabajar de manera coordinada entre Ejecutivo y Legislativo para promulgar los proyectos de ley que puedan encauzar y hacer atractiva la inversión, sin desproteger los derechos de las comunidades y la sociedad.

En este segundo año que inicia la reactivación de la economía es la meta prioritaria del país. Luego se podrá conversar sobre las reformas que necesitamos empujar a fin de lograr un país más igualitario y sostenible a largo plazo. Y en esa línea, la primera reforma estructural es la laboral, la cual resulta fundamental si aspiramos a generar empleo juvenil productivo y empresas pequeñas eficientes y con indicadores de rentabilidad que les permitan ser competitivas de manera global.

Giovanna Prialé Reyes

Fotografía: RPP