Juan Carlos Valdivia

Un acuerdo de gobierno

Un acuerdo de gobierno
Juan Carlos Valdivia
07 de junio del 2016

PPK en el Ejecutivo y Fuerza Popular desde el Parlamento

Peruanos por el Kambio, la organización política que ha llevado a la presidencia a Pedro Pablo Kuczynski, es el más débil de los partidos políticos que han alcanzado la presidencia. No tiene organización partidaria, tiene unos pocos miles de militantes, y cuenta con tan solo dieciocho congresistas, de los 130 que conforman nuestro Parlamento. En cambio, Fuerza Popular cuenta con 73 congresistas, tres gobiernos regionales y algunas decenas de alcaldías provinciales y distritales. Desde la caída del régimen de Alberto Fujimori, el fujimorismo ha ido creciendo, elección tras elección, contando con el liderazgo de Keiko Fujimori.

Ambas organizaciones compitieron en la segunda vuelta. Ambas organizaciones respetan las reglas económicas surgidas a partir de la Constitución de 1993: equilibrio fiscal, libertad para la iniciativa privada, mercado como asignador de recursos, y un Estado regulador. Ambas organizaciones, de una u otra forma, compartirán el poder. PPK en el Ejecutivo y Fuerza Popular desde el Parlamento. La cuestión hoy en día es si ejercerán el poder en un acuerdo entre ambas fuerzas, o lo harán enfrentados, cada uno parapetado en el espacio que los electores le han asignado. Durante la segunda vuelta, los agravios no han sido de bajo nivel. “Traidor a la patria” y “narcotraficante” son calificaciones graves para cualquier persona decente.

Entonces, recomponer una relación requerirá mucha voluntad, especialmente de ambos líderes. Pero, ¿quieren ambos un acuerdo de gobierno? Kuczynski no es partidario de los acuerdos políticos que lo amarren y lo obliguen a hacer concesiones y a compartir el poder. Es lo que ha mostrado en esta campaña. Keiko Fujimori debe definir cuál es el papel que piensa jugar y de qué manera este rol pueda afectar o favorecer su futuro político.

Lamentablemente, estos temas personales pueden afectar una posibilidad singular en este siglo: quienes pasaron a la segunda vuelta son aquellos que tienen mayor coincidencia ideológica. Lo natural sería que ambas fuerzas lograran un acuerdo de gobierno para consolidar una mayoría parlamentaria que permita realizar con rapidez las reformas necesarias para solucionar a los problemas institucionales que nos aquejan.

Como se afirma desde el pepekausismo, mucho de la labor del Ejecutivo no requiere del apoyo del Parlamento, salvo la autorización inicial que necesita un nuevo Consejo de Ministros. Aunque de pretender hacer modificaciones presupuestales que permitan —por ejemplo— los incrementos de sueldos ofrecidos o el famoso shock de inversiones, entonces tendrán que pedir la conformidad del fujimorismo.

Un acuerdo de gobierno permitiría predictibilidad y afianzaría la confianza en el nuevo gobierno. Se requiere de grandeza para compartir el poder, y de renunciamiento para posponer las aspiraciones personales ¿Darán la talla Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski?

Juan Carlos Valdivia

 

Juan Carlos Valdivia
07 de junio del 2016

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