Guillermo De Vivanco

Tratado sobre la tolerancia

Tratado sobre la tolerancia
Guillermo De Vivanco
05 de febrero del 2015

Ilustrativa reseña sobre libro de Voltaire que desnuda el fanatismo religioso. 

Escrito en 1762 por Voltaire,  el Tratado Sobre la Tolerancia es el manifiesto de su posición ante la violencia salvaje y sangrienta de los fanáticos. Doscientos cincuenta años después de haber sido publicado por primera vez, ha ocupado en enero pasado los primeros lugares en ventas en París. Nos es imposible concebir hoy horrores tan extravagantes como abominables. Europa y el mundo están profundamente conmovidos por la cruel e inhumana muerte dada al joven piloto jordano Musa Kasasbeh, a quien no solo lo torturaron y quemaron vivo dentro de una jaula sino que además, sin limites a la crueldad, quisieron negociarlo cuando ya estaba muerto. La violencia ejercida en nombre de Dios. 

Cita Voltaire en su libro al conocido teólogo Hans Kung, quien se pregunta: ¿No tratan todas las religiones de posibilitar, además de una interpretación del mundo, un camino práctico desde la indigencia y el riesgo a la salvación? ¿Y no consideran todas ellas el pecado, la mentira, el robo, el adulterio y el asesinato; no mantienen como norma práctica de validez universal esa especie de lo que no quieras para ti mismo, no se lo hagas a los demás? El enemigo que señala Voltaire es el fanatismo religioso, la intolerancia que genera persecución y violencia. 

El capítulo XV recoge Testimonios Contra La Intolerancia: Es una impiedad quitar, en materia de religión, la libertad a los hombres, impedir que elijan una divinidad: ningún hombre, ningún dios, querría un culto forzado (Apologética). La religión forzada ya no es religión; hay que persuadir y no coaccionar. La religión no se ordena (Lactancio, libro III). Es una herejía execrable querer ganarse por la fuerza, por los golpes, por los encarcelamientos, a quienes no se ha podido convencer mediante la razón (San Atanasio, libro I). Nada es más contrario a la religión que la fuerza (San Justino, libro V) La exacción forzada de una religión es una prueba evidente de que el espíritu que la guía es un espíritu enemigo de la verdad ( Dirois). La violencia puede hacer hipócritas; no se persuade cuando se hacen sonar por todas partes amenazas (Tillemont) 

A las nuevas generaciones de peruanos les debe resultar muy lejana la guerra que libran los yihadistas, no solo por la distancia geográfica que nos separa de Raqqa, el bastión sirio de los terroristas, sino porque en occidente el fanatismo religioso ha menguado y hoy en la mayoría de los países occidentales la tolerancia religiosa es una realidad, así como las democracias “imperfectas” han desplazado mayoritariamente a los regimenes totalitarios de izquierdas y derechas, civiles o militares. 

Los jóvenes no deben ignorar el riesgo que el terrorismo significa para el futuro del Perú. Los yihadistas, los nazis, los modadef, son hermanos en el odio. Tengo frescas aun las imágenes de personas ardiendo hasta la muerte en la calle Tarata en pleno corazón de Miraflores. Los mismos asesinos que pusieron mas de 800 kilos de dinamita en medio de personas inocentes, ancianos y niños, que mataron a miles de peruanos, no se han arrepentido, y para colmo han sido honrados y aplaudidos por la izquierda peruana, que infamemente los ha igualado a las fuerzas armadas que nos defendieron dando su vida para que hoy los jóvenes peruanos tengan un futuro y vivan en Paz. 

Finalmente en su Plegaria a Dios, nos dice Voltaire: “Tú no nos has dado un corazón para odiarnos, ni unas manos para degollarnos; haz que nos ayudemos mutuamente a soportar el fardo de una vida penosa y pasajera; que las pequeñas diferencias entre las ropas que cubren nuestros débiles cuerpos, entre todos nuestros insuficientes lenguajes, entre todas nuestras ridículas costumbres, entre todas nuestras imperfectas leyes, entre todas nuestras insensatas opiniones, entre todas nuestras situaciones tan desproporcionadas a nuestros ojos, y tan iguales ante ti; que todos estos pequeños matices que distinguen los átomos llamados hombres no sean signo de odio y persecución…” 

Amen 

Por Guillermo de Vivanco Roca Rey
05 - Feb - 2015  

Guillermo De Vivanco
05 de febrero del 2015

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