Teoría de las cuerdas

Es curioso leer a Enrique Ghersi decir que hay una crisis política sistémica, pero que debe llamarse a un Gobierno de unidad nacional ¿Qué unidad nacional? ¿La de los involucrados en dicha crisis? Si ese fuera el supuesto, y dado el registro de los tocados por Odebrecht, nos gobernarían la Iglesia y los bomberos.

En la misma entrevista, no obstante, Ghersi resalta algo importante: “UnitedHealth Group, la operadora de hospitales más grande del mundo, adquirió la chilena Banmédica y eso la hizo propietaria de una cadena de clínicas, en sociedad con el grupo Romero en el Perú, empezando por la clínica San Felipe. La importante compra de Química Suiza por parte del grupo de Carlos Rodríguez Pastor —la adquisición por parte del grupo Romero, propietario de los grifos Primax— de la cadena de grifos Pecsa, y lo de Michiquillay, donde Southern ha pagado US$ 2,000 millones por un yacimiento abandonado y antes devuelto por Anglo American”.

Un dato de esta relación inversa entre la crisis política y la creciente dinámica económica es que parece que el mercado ha adquirido independencia con relación a la política. Podríamos pensar que la posibilidad de la vacancia de PPK o las cuestionables tramas parlamentarias podrían desestabilizar todo el sistema y la estabilidad de las reglas de juego, espantando a los inversionistas, pero todo indica que no ocurre necesariamente así.

Pasa que las decisiones privadas no se han paralizado y que el ruido político impacta más en los ciudadanos que votan que en los decisores económicos. En la revista Semana Económica del 5 de marzo se lee una nota impactante para quienes creen que la descomposición política ha derruido los cimientos de la economía: “El Perú fue el quinto país del mundo que captó más inversión en exploraciones en el 2017, de acuerdo con un reporte publicado por S&P Global Market Intelligence. A nivel latinoamericano, el país ha superado a México —que hasta el año pasado era el primero de la región— y se ubicó como el segundo país de la región tras captar el 7% de la exploración minera global, solo detrás de Chile (8%). El top 5 lo completan Canadá (14%), Australia (14%) y Estados Unidos (8%). Así, el Perú se acerca a la meta del Ministerio de Energía y Minas, que apunta a captar el 8% de la inversión global en exploraciones al 2021”.

En febrero el presidente del Comité de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, Bernd Lange, afirmó que en 2017 se registró un superávit comercial de US$ 1,616 millones (exportamos más de lo que importamos de Europa). “Veo un buen crecimiento en los últimos años (…) El desempeño de la economía peruana fue mejor que el de otras naciones”. Quien perciba los entrampamientos entre el Gobierno y el Congreso, así como la dura afectación a empresas constructoras, podrían pensar que se habla de otro país.

Revisando más notas recientes, el turismo en las áreas protegidas creció y la inversión en obras por impuestos en la Macro Región Sur también. Si el Perú creció 2,5% en 2017, se espera que crezca este año en alrededor de 4%. Podríamos estar levantando vuelo pese a nuestros líos de gallinero. Si bien el que pasó fue un año políticamente agitado, la economía siguió su curso al margen de los políticos, y el número de empresas creció en 2017 un 8,44 % más respecto del 2016. Actualmente, es el país con mayor crecimiento de exportaciones dentro de la Alianza del Pacífico. Pese a que todos los indicadores el Perú se ralentizaron, en el análisis comparado con otros países no nos fue mal. Y hay buenas expectativas.

La política perdió peso con relación a la sensibilidad de la economía, pero toca fuerte en la sensibilidad de la gente, que es la que elige a los buenos o malos gobernantes. A la gente le importa poco si exportamos o crecemos. Si no tienen acceso a una ambulancia de Essalud, a una escuela, a una vivienda o a un plato de comida, ser primeros en el ranking de la riqueza no les genera satisfacción. El crecimiento nunca hace a los presidentes populares. Quizás estos deban visitar los hospitales antes que sumar containers en los puertos.