SOS en el sector petrolero

Cuatro lotes concesionados están siendo devueltos por culpa de la permisología     

Así como muchos hemos saludado el último grupo de iniciativas del MEF que busca reducir impuestos trasladando más recursos a personas y empresas para el gasto o la reinversión, el ministro Segura debiera entender que esta desaceleración requiere de bastantes más medidas cuya concreción (lo entendemos) devienen en poco viable, tanto por la torpeza política del régimen como por la extrema debilidad que éste muestra.

Pero si en algo pueden contribuir el despacho del jirón Junín y el Gobierno en general a lograr determinados avances, es en materia de sobre regulación, permisología y eliminación de trámites en sectores claves para la reactivación.

Pondré el caso del sector petrolero. Hoy en día ese rubro dejó de ser competitivo frente a sus pares de Ecuador y Colombia (de hecho, este último país, a diferencia del Perú, ha dado un salto enorme en los últimos años en cautivar a una gran cantidad de inversionistas haciendo eso que nosotros no hacemos: simplificación administrativa, desregulación, etc, lo cual no ha implicado en ningún caso afectar estándares socio ambientales).

Hoy tenemos 27 contratos petroleros en situación de fuerza mayor. Esto quiere decir que las empresas operadoras están a punto de dejar las actividades por una serie de impedimentos. Cuatro lotes concesionados están siendo devueltos. Decenas de contratos ya suscritos con inversionistas no se pueden iniciar por problemas sociales. Todo esto en un contexto de baja dramática del precio del barril petróleo a nivel mundial, que está en un nivel de entre 75 y 78 dólares, cuando varios proyectos consideraban hasta meses atrás que su punto de equilibrio estaría en un nivel de 90.

Dentro de este contexto las empresas operadoras no solo pagan canon sino también regalías, las que en algunos casos llegan al 50% del valor del recurso extraído.

Un MEF y un MEM decididos ante una situación como la descrita hace rato han debido tomar acciones frontales y de emergencia para atender esta crisis del sector con medidas excepcionales, tanto en el ámbito de la permisología como en el caso de la licencia social, para evitar que cualquier inversionista sume uno más uno es dos y traslade sus operaciones a cualquiera de los países vecinos señalados. Pero también, aunque sea políticamente duro, asumir que contractualmente el país no puede seguir con este nivel de sobre regulación y sobre imposición tributaria en un contexto de caída del precio internacional del petróleo.

La globalización precisamente enseña a los países y a las empresas que quien se mueve más rápido y con mayor flexibilidad frente a los cambios que pone el mercado es a quien (en la mayoría de los casos, no en todos) le va mejor y pierde menos competitividad.

Va entonces la pregunta al ministro Segura. ¿Cuán agresivo será su despacho para acometer este tipo de reformas de carácter administrativo, regulatorio y contractual ante cientos de inversionistas en varios rubros que claman por una suerte de “shock pro inversión”, ahora que usted acaba de decir que la pelota está en la cancha de los empresarios?

Por Mario Saldaña C. (@msaldanac)

27 - nov - 2014