Rocío Valverde

Solo hacía falta un hombre: David Attenborough

Creamos el problema del plástico y podemos solucionarlo

Solo hacía falta un hombre: David Attenborough
Rocío Valverde
26 de febrero del 2018

 

En estos últimos dos meses he notado un cambio genuino en el Reino Unido. Mis compañeros del trabajo, adictos al café, han desechado los vasos descartables de Starbucks y similares. Ahora llegan a la oficina con la misma cara de destrucción, pero cargando con sus tazas cerámicas de viaje y botellas de plástico reusables. Las grandes cadenas de cafeterías han retirado los sorbetes de plástico y ofrecen descuentos si te sirven el café o té en tu propia taza.

Los lecheros, profesión casi olvidada en las grandes ciudades, se han visto desbordados de trabajo en estos primeros meses del año. La comunidad londinense le ha dado la espalda a las botellas de plástico del supermercado y ha pedido que la leche vuelva a ser entregada en botellas de vidrio.

A la gente le cuesta más pedir una bolsa de plástico en el supermercado y empiezan a ser mayoría aquellos que cargan con la compra en brazos si se olvidan de traer su bolsa de tela. Se ha comenzado a cuestionar con mayor indignación algunos productos ridículos que nos intentan enchufar los supermercados; como el “bistec orgánico de coliflor”, que es una coliflor cortada por la mitad, puesta en una bandeja de plástico y cubierta por film de plástico transparente. Esa coliflor tiene de orgánico lo que tiene de bistec.

Por el motivo de la pascua, la Iglesia de Inglaterra ha pedido a sus devotos que dejen de utilizar plástico para cuidar de la creación de Dios. Así como lo leen: ni carne, ni azúcar, ni internet. ¡Pecadores, dejen el plástico! Y por si fuera poco, mi municipio, que había rechazado llevarse nuestra basura en dos ocasiones por contener recipientes de yogures, nos ha mandado una carta diciendo que a partir de este mes comenzará a reciclarlos. ¡Increíble! El uso del plástico se está repensando y todo es gracias al documental Blue Planet II, narrado por el abuelo de esta isla: sir David Attenborough.

El 10 de setiembre del 2017 doce millones de personas se reunieron como todos los domingos a ver las increíbles escenas del programa de la BBC. Para el final del capítulo todo un reino quedó horrorizado. El nudo en la garganta era palpable. Nuestro abuelo nos acababa de resondrar durante 60 minutos sin interrupciones. Absolutamente todos nos sentíamos culpables por ignorar toda la muerte y destrucción que nuestros superfluos cafecitos, botellitas de agua y bolsas del súper estaban causando en los azules océanos. Ese domingo la historia empezó a reescribirse.

El discurso de David Attenborough ha calado tan profundamente que incluso ha despertado el corazoncito arrugadito de la primera ministra británica, Theresa May, y de la reina Isabel. Ambas le han declarado la guerra al plástico. La primera ha dicho que acabará con todos los residuos de plástico no reciclables para el 2042, y la segunda ha prohibido el plástico en todos sus palacios.

Este golpe de timón ha sido reconocido en la gala de los Premios de Televisión Nacional, en donde se le ha otorgado al programa y a David Attenborough el “Galardón de Impacto”. “Fue mi trabajo, mi privilegio, poner la voz para esa serie;pero ustedes y yo sabemos que lo contó en esa serie fueron las imágenes”. Sigamos este ejemplo de grandeza. Nosotros los humanos creamos el problema del plástico y está en nuestras manos solucionarlo. ¿Podemos proyectar este documental en nuestras playas?

 

Rocío Valverde
26 de febrero del 2018

NOTICIAS RELACIONADAS >

El zumbido

Columnas

El zumbido

¿Es un avión?, ¿un enjambre de abejas, ¿un...

03 de febrero
Otro coronavirus llega desde Asia

Columnas

Otro coronavirus llega desde Asia

El año 2019 culminó con la noticia de una misteriosa enf...

27 de enero
Veganuary

Columnas

Veganuary

Los noticieros de estas semanas, las primeras del año 2020, me ...

12 de enero

COMENTARIOS