Sin remedio

Las gruesas incoherencias mostradas por el gobierno en estos días.

Nuestro país requiere de una conducción firme y serena, así como de un gabinete cohesionado, para enfrentar el último tramo del gobierno. Circunstancias complejas en la seguridad, la economía o eventos climáticos están ya, en estos momentos, dificultando el desempeño del oficialismo. Sin embargo, en momentos en los cuáles deberían demostrar lo mejor de sí,  al estar frente a todos los reflectores como sucede en Fiestas Patrias, los funcionarios del gobierno, desde el más alto nivel, dan muestras de todo lo contrario. Desde desorden hasta descoordinación, desde inmadurez hasta precariedad política. Todo parece haberse conjugado con los resultados que saltan a la vista.

¿Piensa que exagero? Pues entonces reflexione: ¿En qué país del mundo el presidente de la República brinda una entrevista a un medio de comunicación a la misma hora que su vicepresidenta también da declaraciones en otro medio? El domingo último, a la misma hora que Ollanta Humala brindaba una entrevista, competía con él, por la atención pública, la vicepresidenta Marisol Espinoza. Esa situación,  lamentable por cierto, demuestra que hay cero comunicación en el más alto nivel del gobierno. Lo mínimo que se debería exigir es una coordinación entre equipos de prensa y, por lo menos, si la vicepresidenta va a declarar, debería informarle al Presidente. Pero ni lo uno ni lo otro. Todo un signo digno de estos tiempos.

Pero los momentos de descoordinación no se agotan en las alturas. Descienden un nivel. En menos de 24 horas el presidente Humala le corrige la plana al presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, al decir que la Remuneración Mínima Vital (RMV) sí está en evaluación. Lo contrario había señalado antes el Premier. Le corrigieron la plana públicamente. Hace un tiempo lo mismo había sucedido entre la esposa del presidente, Nadine Heredia, y el entonces premier César Villanueva. Este último renunció. Ahora no ha pasado nada. Digamos que el premier actual es un poquito más tolerante.

Sin embargo aquí tampoco se agotan las contradicciones. El premier desmiente al Ministro de Economía y este último al Ministro de Trabajo, Daniel Maurate, quien es el único que hasta el momento mantiene una posición técnica y coherente respecto a la RMV. En el interín, el Ministro de Transporte ofrece un tren de cercanías sin estudios previos que, según dice, recién estarán listos dentro de un mes. Un proyecto de esa dimensión exige un estudio de factibilidad de por lo menos 18 meses, sin embargo el ministro nos da la alegría de su tremenda eficacia.

Pero el drama no culmina allí. Un distintivo  del comportamiento infantil es la inmadurez, que se manifiesta en la incapacidad para darse cuenta de las consecuencias de sus acciones. Un grupo de ministros, encabezados por Manuel Pulgar Vidal se toman un selfie mientras el presidente Humala se dirigía a un grupo de simpatizantes y a los medios en general. La actitud –y las fotos- han dado la vuelta al mundo señalando el pobre nivel político de los protagonistas. Sin embargo para el Ministro del Ambiente no ha pasado nada, todo está normal. Puede ser. Será porque es consciente de que el problema no es su actitud sino aquel que lo mantiene en el Gabinete.

Por Juan Sheput