Seguridad, ¿tragedia griega?

Necesitamos estadistas con un ojo en el hoy y otro en el mañana.

En la política se tienen que establecer objetivos y se debe mover cielo y tierra para alcanzarlos. Pero a veces su consecución implica que un gobernante tome decisiones corajudas en aras del bien común de la sociedad, respondiendo al deber que el gobernante tiene para con el pueblo y su propia conciencia. Este es el caso de la seguridad ciudadana, que fue el primero de los cuatro grandes objetivos del Plan de Gobierno que PPK presentó en la campaña.

La semana pasada el gobierno pasó al retiro a 39 de los 86 generales que tenía la Policía Nacional del Perú (PNP); es decir, sacó a prácticamente la mitad de ellos. Esta es una jugada audaz del gobierno, que el ministro del Interior, Carlos Basombrío, ha impulsado con el objetivo complicado de “refundar la policía”, prometido en la campaña. Basombrío ha puesto las cartas sobre la mesa, y esperemos por el bien del Perú que no se haya equivocado.

Hace un par de meses, el CARD (Center for Applied Research and Development de la Universidad de Piura) organizó un Programa de Formación de Congresistas, en el cual se les brindó a los entonces congresistas electos para el periodo 2016 – 2021 que desearon asistir, una serie de conferencias sobre distintos aspectos del quehacer político y la realidad nacional. Una de las más interesantes fue la que dictó el filósofo político español, Rafael Alvira Domínguez.

En esa conferencia Rafael Alvira señaló que en la política se debía evitar el cortoplacismo, porque a veces era necesario que un gobernante tome decisiones impopulares y también porque hay que priorizar los resultados a largo plazo. Entonces, un congresista intervino con una reflexión, diciendo que “en la política no siempre se pueden cumplir todas las metas, ya que esta se parece a una carrera con vallas porque hay sindicatos, la prensa que critica, la oposición”. Por ende, argumentaba que la política es el arte de lo viable, y que por eso es válido aplicar medidas cortoplacistas, “si tienen viabilidad y futuro”. En suma, él decía que había una multiplicidad de legítimos intereses disímiles que a veces complican la consecución de las metas.

El político español, lejos de disentir, aceptó la veracidad de la reflexión; no obstante, le agregó un matiz. Señaló que los griegos hacían una comparación entre la técnica médica y la técnica política: “El médico tiene que saber a dónde te quiere llevar para devolverte la salud completa; pero si se olvida de curarte hoy, en un par de semanas te has muerto. El médico debe saber a dónde va, pero debe ir poniendo los remedios inmediatos”. Asimismo, diferenció las medidas a corto plazo del cortoplacismo. Las primeras pueden ser válidas y complementarias de otras políticas; mientras que el segundo “es una exageración del corto plazo”. La objeción no está en el corto plazo o pragmatismo, aclaró, sino a quedarse solo en ellos.

Con este enfoque, se pueden pensar muchas reformas a largo plazo de la PNP; reducir drásticamente el número de generales fue una de ellas. Sin embargo, sus resultados se verán a futuro, y mientras tanto seguirán robando en las esquinas y extorsionando a los negocios. También se necesitan remedios hoy. Algunos de ellos, son: (1) construir más comisarías, el propio plan de gobierno de PPK propone construir 400; (2) poner Internet en el 100% de las comisarías; (3) construir más cárceles; (4) poner bloqueadores de celulares en el 100% de las cárceles; (5) de una vez por todas implantar el sistema de grilletes electrónicos; entre otras.

Finalmente, creo que el Perú necesita un estadista en Palacio de Gobierno; y que los congresistas, y la lideresa del partido político mayoritario, demuestren su grandeza política, poniendo los intereses del Perú por encima de la política del chaveteo. Escuchen a los griegos para que nuestra seguridad no se convierta en una de sus tragedias. Por último si no les nace por las buenas, que les entre por el miedo: recuerden que las elecciones del 2018 están cerca y los votantes tienen memoria.

Franco Germaná Inga.

@FrancoGermana