Juan José García

Replanteemos el debate, el agua cuesta

Replanteemos el debate, el agua cuesta
Juan José García
29 de octubre del 2015

Sobre la confusión entre el recurso natural y el producto agua

Hablar acerca del agua en el Perú es algo muy controversial. Este tema suele generar sentimientos encontrados y hasta malestar en algunos grupos de la sociedad. El debate coloquial solo llega a plantear la idea de que “el agua es un derecho universal y un recurso escaso”. No va más allá. Esta afirmación es muy básica y denota una confusión que debe ser aclarada. Además, esta idea suele ser utilizada como un caballo de batalla por nuestra variopinta clase política, lo cual genera –sobre todo en la temporada electoral- una avalancha de propuestas que brillan por su falta de tecnicismo.

Por un lado, es necesario aclarar la gran diferencia que existe entre el agua y el agua potable. El primero es aquel recurso natural, considerado un derecho universal, que se encuentra en las cuencas hidrográficas. Cualquier ciudadano es libre de utilizar dicho recurso para su propio consumo. El segundo no es un recurso natural, ni es en la práctica un derecho, sino es un producto. Esto se debe a que la potabilización del agua implica un proceso productivo; puesto que se tiene que purificar, almacenar y transportar a los hogares. Además, consumir agua potable genera la necesidad de utilizar necesariamente redes de desagüe. Por todo esto, las instituciones que operan en el sector saneamiento, ya sean públicas o privadas, no pueden prescindir de un cobro.

De hecho, el cobro es un punto crucial en el debate que, debido a la confusión existente, suele generar controversias. Por lo tanto, es necesario entender que nosotros no pagamos por el agua per se, sino pagamos por dos tipos servicios: (i) la distribución de agua potable y (ii) el transporte y tratamiento de aguas servidas. Tener acceso a una conexión de agua potable y desagüe las 24 horas del día es algo que evidentemente tiene un costo e implica una enorme inversión en infraestructura. Inversión que debe ser llevada a cabo por alguien.

Por otro lado, es falso afirmar, al menos en el Perú, que el agua es un recurso escaso. Por ejemplo, según los cálculos de Contribuyentes por Respeto, para el caso de la costa, solo la cuenca del Pacífico produce 5,500 litros de agua por habitante al día y el consumo por habitante más elevado no pasa de 250 litros de agua potable al día. Entonces ¿Es el agua un recurso escaso? No, lo escaso es el agua potable, debido a la falta de capacidad de almacenamiento a lo largo de la costa. No obstante, incrementar dicha capacidad también requiere de una gran inversión.

Finalmente, aclarada la confusión acerca de que el agua no es un recurso escaso y el derecho al acceso está en función a contribución de las personas, podemos afirmar que el debate popular está mal enfocado, ya que el quid del asunto es en realidad la falta de inversión en el sector saneamiento. Lamentablemente, las empresas encargadas de desarrollar los proyectos de inversión en este sector son incapaces de obtener los recursos necesarios. Esto se debe a que, en el mejor de los casos, dejan de cobrar el 30% del agua potable distribuida. Esperemos que los candidatos presidenciales en los próximos meses centren el debate en cómo cerrar la brecha de inversión en el sector saneamiento, la cual asciende a más de US$ 4,200 millones.

Por: Juan José García Chau

Juan José García
29 de octubre del 2015

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