¿Repensar la minería?

Propuestas de los candidatos y minería

La campaña electoral ha originado que algunos candidatos empiecen a opinar sobre la actividad minera. Señalan que hay que repensarla.  Efectivamente, hay que lograr consensos acerca de todo lo que se puede alcanzar en función al desarrollo de esta actividad.

Repensar la minería es ser consciente de que es una actividad de largo plazo ya que el horizonte mínimo de cualquier proyecto minero es de aproximadamente 20 años. Es decir: cuatro períodos de gobierno.  Al margen de las diferentes ideologías, lo cierto es que la minería estará presente más allá de la voluntad de cada gobernante; por lo tanto, es menester repensarla en perspectiva.

La minería en términos absolutos es un recurso finito. De allí que es importante aprovechar la riqueza natural y transformarla en aquello que consideremos más importante para alcanzar el desarrollo y el bienestar para nuestra población.

Las ventajas que se pueden obtener de extraer y procesar recursos minerales corresponde a la utilidad del producto y a la cotización presente de los mismos. Si se encontrase sustitutos más eficientes para el cobre, el hierro, la plata o el oro, la oportunidad que representan en la actualidad se habrá extinguido.  En consecuencia, tendremos todos esos minerales en el subsuelo y habremos perdido la oportunidad de financiar todo aquello que carecemos.  Soslayar la extracción de minerales cuando resultan útiles para el país carece de sentido.

Más allá de la actividad minera, hay que repensar al país para definir cuál es el camino más corto para alcanzar el desarrollo económico y social.  Ambos, porque independientemente no será posible. Cuando estudiamos al Perú encontramos que nuestro territorio ofrece muchas potencialidades. Su ubicación en el medio del continente, bañado por el océano Pacífico, convierte al puerto del Callao en el potencial puerto para realizar el trasiego de toda la carga de Sudamérica hacia la cuenca del Pacífico y, también, se podría trasladar la que viene del Asia hacia el Brasil o con dirección a la orilla atlántica de África. ¿Qué nos falta? Infraestructura, ¿Tenemos cómo financiarla? No.

¿Qué justificaría construir infraestructura portuaria de gran dimensión? Contar con la carga asegurada. Entonces, ¿por qué no contamos con dicha carga?. Porque no garantizamos un servicio eficiente para recibir la carga, tampoco para trasladarla hacia el otro lado del continente.

¿Qué implica ello? Un servicio portuario eficiente, interconectado con carreteras y/o vías férreas rápidas y capaces de trasladar un gran volumen de carga, energía eléctrica, servicios múltiples, etc.  Es más fácil reemplazar una locomotora que construir una vía férrea.  Entonces, ¿qué hacer para que el Callao sea el “hub” portuario de esta parte del Pacífico? Generar la carga, ¿cómo se genera?, explorando otras actividades que tengan un gran volumen de producción. ¿Cuál es esa actividad? La minería.

Repensar la minería es hacer política de Estado, diseñar estrategias y; en nuestro caso, geopolítica. Si repensar la minería implica lo anterior, gustosos lo suscribiríamos. Sigamos repensando la minería.

 

Por: Guillermo Vidalón del Pino

Fotografía: National Geographic