Victor Robles Sosa

Relatos a la carta

Relatos a la carta
Victor Robles Sosa
14 de abril del 2015

Sobre ciertas versiones que, llevadas por la pasión política, niegan o alteran la historia.        

El 5 abril de cada año se desatan pasiones de todo calibre y se incurre en excesos como, por ejemplo, divulgar relatos forzados sobre la victoria sobre el terrorismo. El más común sostiene que Sendero Luminoso (SL) fue vencido por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) lo cual supone reducir de manera simplista un capítulo complejo de la historia a un solo hecho. Es el otro extremo del fujimorismo duro que afirma que aquella victoria fue obra exclusiva de su líder. Ninguno de los dos extremos está en lo cierto.

En toda confrontación armada por el poder triunfa quien se gana el apoyo del pueblo y pierde el que no lo tiene. SL fue derrotado porque su “lucha armada” no tuvo respaldo popular más allá de alguna simpatía inicial en ciertos sectores de campesinos, estudiantes e intelectuales de izquierda. Esa simpatía se prolongó en los dos últimos grupos, pero duró poco en el campesinado, apenas algo más de un año.

La caída de Guzmán, mérito indiscutible del GEIN, fue el puntillazo final de un proceso largo que empezó en 1982, con la rebelión campesina de Iquicha (Huanta), a la que el Perú oficial le dio la espalda engañado por la izquierda pro-senderista que llamó “paramilitares” a los rebeldes. Pese a la indolencia de Lima, a partir de 1983 la rebelión empezó a extenderse a todo Ayacucho, Huancavelica y Apurimac, conducida por líderes como Antonio Cárdenas, Pompeyo Rivera, Hugo Huillca, Susano Mendoza y otros que organizaron a sus pueblos para la resistencia. El único apoyo que recibieron fue de algunos jefes militares, como el general Adrián Huamán, que fue el primero en hacerlo. Todo “por lo bajo” pues para el Estado cayó entonces en el cuento de los “paramilitares”.

¿Por qué el pueblo campesino se alzó contra SL? Porque éste les confiscó sus cosechas y animales, reclutó por la fuerza a los jóvenes, canceló las ferias y las fiestas patronales, y asesinó a los legítimos dirigentes campesinos y a todo aquel que se les resistiera.

Golpeaado por las Decas, SL se desplazó hacia la selva de Ayacucho, Junín, Pasco, el Alto Huallaga, Lima y otros lugares donde aplicó el mismo método de terror contra los pueblos. Y la respuesta de estos fue la misma: rechazo y resistencia. En Lima, por ejemplo, asesinó a líderes populares, como María Elena Moyano, Pedro Huillca, Pascuala Rosado y otros que se resistieron al totalitarismo militarista de SL.

Fuera de Ayacucho, Apurimac y Huancavelica SL avanzó porque las instituciones del Estado se pusieron de perfil ante el problema. Los fiscales y jueces soltaban a los terroristas, el sistema penitenciario se negó a ejercer autoridad sobre los subversivos presos, las universidades públicas se rindieron ante SL en los claustros. Todo el peso de la guerra recayó sobre las Fuerzas Armadas.

Cuando llegó Fujimori, SL ya había sido echado de la sierra sur. En 1991, se reconoció a las Decas, después se alineó al Estado contra SL; se aprobó penas duras para el terrorismo, se perdonó a los arrepentidos y se potenció el GEIN (en 1989 eran 13 hombres y un auto viejo; en 1992 82 agentes y 35 vehículos). Con el sistema italiano de jueces anónimos, se sentenció en 9 meses a 432 terroristas (en 1980-90 solo 450), y se recuperó la autoridad en los penales y las universidades. La recuperación económica (diseñada por Hernando de Soto) le dio al país recursos indispensables para financiar la lucha. Así, entre 1991 y 1995, se terminó de ganar la guerra y se pacificó el país.

Cuando el GEIN capturó a Guzmán, en 1992, SL iba camino a su derrota. Quedaban solo células que asesinaban y petardeaban desesperadas y un bolsón en el Alto Huallaga. La victoria fue un proceso largo, le pertenece a la nación, pero tuvo como protagonistas a los campesinos del sur, los militares, los líderes populares de Lima, el GEIN de Jiménez y Miyashiro y, sobre todo, a quienes enfrentaron a SL entregando la vida.

Por Víctor Robles Sosa
14 - Abr - 2015  

Victor Robles Sosa
14 de abril del 2015

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